HISTORIA DE VELEZ-MALAGA-MALAGA
Los habitantes nazaríes fueron expulsados de la ciudad aunque se les permitió llevar sus bienes muebles aunque los residentes en las alquerías se les permitieron permanecer en el lugar porque las nuevas autoridades necesitaban mantener el sistema productivo nazarí basado en las avanzadas técnicas agrícolas, altamente productivas. No obstante los mudéjares fueron objeto de rapiñas por parte de los nuevos señores que se esforzaban en incrementar sus tierras provocando la emigración de los mudéjares en lugares como Nerja y Torrox en 1488 que originarían numerosas bajas en el bando cristiano.
Puesto que todavía no había caído Granada, una tercera parte de los 600 repobladores que procedían de la Baja Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla era personal militar y éstos consiguieron tres veces la extensión de la tierra destinada a peones siendo el resto de la tierra entregada a la Iglesia y los bienes comunales del Concejo.
Torre del Mar fue cedida a Ruiz López de Toledo quien la rechazó y la donó a la ciudad de Vélez-Málaga quien a la vez recibió tahas de Benomiz y Frigiliana y posteriormente Zalia.
Tras la finalización de la guerra de Granada, Vélez-Málaga le fueron otorgados privilegios y así en el ámbito fiscal estuvo exenta de alcabalas a los productos básicos de alimentación, vestido y vivienda.
-Edad Moderna.
Las nuevas autoridades cristianas adoptaron un nuevo concepto de ciudad y se produjeron cambios sustanciales en la estructuración urbana. Se planificaron las plazas públicas y nuevos edificios civiles y religiosos que proporcionaron transformaciones en el núcleo urbano. En sus antiguas mezquitas levantaron las iglesias de Santa María, San Juan, San Roque y San Juan Evangelista, el convento de San Francisco y las ermitas de San Sebastián, San Cristóbal y Santa Catalina.
Durante es en la segunda mitad del siglo XVI se produjo un gran desarrollo urbano con la construcción de monasterios, como el de Nuestra Señora de Gracia y el de San José de la Soledad, creando una ciudad conventual.
Respecto a las edificaciones civiles se construyeron los hospitales de Los Lazarinos y San Marcos.
Velez-Malaga se asentó como centro neurálgico de la zona y hoy se mantiene como capital de la Axarquia. En Torre del Mar se asentaba la mayor parte de los cultivos de vid y cítricos de la comarca y desde allí se comercializaban y se exportaban al norte de Europa mientras que en otras tierras se cultivaban cereales, hortalizas y caña de azúcar.
Durante el siglo XVII se produjo un descenso demográfico de la población debido a las epidemias, y a la expulsión de la población morisca que afectaron a la España de la época.
Las incursiones de piratas turcos y berberiscos fueron constantes en este siglo y las autoridades ordenaron construir en la costa numerosas torres vigía que daban la alarma al destacamento con base en Vélez que temporalmente albergó la Capitanía General de la Costa. El Cabildo municipal estaba controlado por la oligarquía e incluso los regimientos se convirtieron en propiedad privada. A partir de 1640 contó con un regimiento propio.
Durante la Guerra de Sucesión española, Vélez-Málaga apoyó a los Borbones y fue testigo el 23 de agosto de 1704 del enfrentamiento naval conocido como la batalla de Vélez-Málaga entre la flota hispano-francesa contra la flota anglo-holandesa. Entre ambas enfrentaron a 146 embarcaciones y más de 46.000 hombres en combate de los que murieron 4500, sin que ninguna de las partes consiguiera una clara victoria.
Durante el desarrollo del siglo XVIII fue una época de crecimiento donde se restauraron numerosas iglesias y edificios públicos. También se mejoró la infraestructura de la ciudad y se pusieron en práctica las ideas de la Ilustración con la creación en 1783 de la Sociedad Económica de Amigos del País.
-Edad Contemporánea.
Durante el siglo XIX hubo una epidemia de fiebre amarilla donde murió el 60 por ciento de la población en 1804 y debido a estas circunstancias el ejército asumió el gobierno municipal.
Con un con invasión napoleónica la población se dividió en dos facciones que se opusieron entre si el resto del siglo.
Posteriormente se sucedieron numerosas epidemias de cólera y periodos de sequía.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba. Otras partidas de guerrilleros fueron también muy activas en Córdoba, Sevilla y Huelva como las de Bustamante, Bartolo y Trigo.
Los habitantes nazaríes fueron expulsados de la ciudad aunque se les permitió llevar sus bienes muebles aunque los residentes en las alquerías se les permitieron permanecer en el lugar porque las nuevas autoridades necesitaban mantener el sistema productivo nazarí basado en las avanzadas técnicas agrícolas, altamente productivas. No obstante los mudéjares fueron objeto de rapiñas por parte de los nuevos señores que se esforzaban en incrementar sus tierras provocando la emigración de los mudéjares en lugares como Nerja y Torrox en 1488 que originarían numerosas bajas en el bando cristiano.
Puesto que todavía no había caído Granada, una tercera parte de los 600 repobladores que procedían de la Baja Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla era personal militar y éstos consiguieron tres veces la extensión de la tierra destinada a peones siendo el resto de la tierra entregada a la Iglesia y los bienes comunales del Concejo.
Torre del Mar fue cedida a Ruiz López de Toledo quien la rechazó y la donó a la ciudad de Vélez-Málaga quien a la vez recibió tahas de Benomiz y Frigiliana y posteriormente Zalia.
Tras la finalización de la guerra de Granada, Vélez-Málaga le fueron otorgados privilegios y así en el ámbito fiscal estuvo exenta de alcabalas a los productos básicos de alimentación, vestido y vivienda.
-Edad Moderna.
Las nuevas autoridades cristianas adoptaron un nuevo concepto de ciudad y se produjeron cambios sustanciales en la estructuración urbana. Se planificaron las plazas públicas y nuevos edificios civiles y religiosos que proporcionaron transformaciones en el núcleo urbano. En sus antiguas mezquitas levantaron las iglesias de Santa María, San Juan, San Roque y San Juan Evangelista, el convento de San Francisco y las ermitas de San Sebastián, San Cristóbal y Santa Catalina.
Durante es en la segunda mitad del siglo XVI se produjo un gran desarrollo urbano con la construcción de monasterios, como el de Nuestra Señora de Gracia y el de San José de la Soledad, creando una ciudad conventual.
Respecto a las edificaciones civiles se construyeron los hospitales de Los Lazarinos y San Marcos.
Velez-Malaga se asentó como centro neurálgico de la zona y hoy se mantiene como capital de la Axarquia. En Torre del Mar se asentaba la mayor parte de los cultivos de vid y cítricos de la comarca y desde allí se comercializaban y se exportaban al norte de Europa mientras que en otras tierras se cultivaban cereales, hortalizas y caña de azúcar.
Durante el siglo XVII se produjo un descenso demográfico de la población debido a las epidemias, y a la expulsión de la población morisca que afectaron a la España de la época.
Las incursiones de piratas turcos y berberiscos fueron constantes en este siglo y las autoridades ordenaron construir en la costa numerosas torres vigía que daban la alarma al destacamento con base en Vélez que temporalmente albergó la Capitanía General de la Costa. El Cabildo municipal estaba controlado por la oligarquía e incluso los regimientos se convirtieron en propiedad privada. A partir de 1640 contó con un regimiento propio.
Durante la Guerra de Sucesión española, Vélez-Málaga apoyó a los Borbones y fue testigo el 23 de agosto de 1704 del enfrentamiento naval conocido como la batalla de Vélez-Málaga entre la flota hispano-francesa contra la flota anglo-holandesa. Entre ambas enfrentaron a 146 embarcaciones y más de 46.000 hombres en combate de los que murieron 4500, sin que ninguna de las partes consiguiera una clara victoria.
Durante el desarrollo del siglo XVIII fue una época de crecimiento donde se restauraron numerosas iglesias y edificios públicos. También se mejoró la infraestructura de la ciudad y se pusieron en práctica las ideas de la Ilustración con la creación en 1783 de la Sociedad Económica de Amigos del País.
-Edad Contemporánea.
Durante el siglo XIX hubo una epidemia de fiebre amarilla donde murió el 60 por ciento de la población en 1804 y debido a estas circunstancias el ejército asumió el gobierno municipal.
Con un con invasión napoleónica la población se dividió en dos facciones que se opusieron entre si el resto del siglo.
Posteriormente se sucedieron numerosas epidemias de cólera y periodos de sequía.
Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba. Otras partidas de guerrilleros fueron también muy activas en Córdoba, Sevilla y Huelva como las de Bustamante, Bartolo y Trigo.