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VALLE DE ABDALAJIS: Origen curioso de algunos dichos populares...

Origen curioso de algunos dichos populares
-Eres un cornudo:

En los países nórdicos de la antigüedad, los gobernadores de las comarcas podían, por su condición de tal, seleccionar a las mujeres con las que deseaban intimar. Cuando esto ocurría, la puerta de la casa donde se encontraba el gobernador con la mujer elegida, era adornada con los cuernos del alce, en señal de su presencia. Si la mujer estaba casada, su marido mostraba felizmente a sus vecinos el adorno, orgulloso por la visita del gobernador a su humilde morada. Y así surgió la popular expresión: "Te pusieron los cuernos" o "Eres un cornudo".
Solo que hoy en día genera de todo, menos deseo de jactarse.

-El que se fue a Sevilla, perdió la silla:

Es un llamado a no descuidarse, porque se corre el riesgo de perder una posición social o un bien.
Se cuenta que en tiempos de la reina Isabel la Católica, el obispo de Sevilla don Alfonso de Fonseca debió viajar a Galicia para resolver temas de la Corona española. Dejó en el cargo a un sobrino, pero cuando el obispo Fonseca regresó de su viaje, éste se negó a devolvérselo.

-No dejar títere con cabeza:

Su origen está una escena de "Don Quijote de la Mancha" escrito por Miguel de Cervantes. Mientras ve una representación teatral con títeres, Don Quijote pasa de espectador a actor y decide defender a la protagonista —una princesa de madera y trapo— descabezando a todos los otros muñecos.

-Tirar la casa por la ventana:

En el siglo XIX, cuando alguien ganaba la Lotería Nacional de España se estilaba a que los amigos y familiares del afortunado fueran a su casa y, literalmente, arrojaran todas sus posesiones por la ventana. Esto en señal de la nueva vida de dicha persona.

-Cargar con el muerto:

En varios territorios de la época medieval existía una ley que dictaba que cuando no se podía hallar al asesino de un cadáver encontrado, los pobladores del pueblo al que pertenecía dicha persona debían pagar una multa conjunta. Como a nadie, sea la época que sea, le gusta pagar impuestos… los pobladores al encontrar un cadáver se apuraban a cargarlo, y de común acuerdo, transportarlo y arrojarlo en un poblado vecino para salvarse de la multa.

-Meterse en camisas de once varas:

Este dicho uvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media.
El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida. Sacando al pequeño por el cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad.

La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de 9 metros).

Sin embargo la expresión de exageración del tamaño de la camisa como algo positivo para exagerar el “amor del padre” hoy por hoy la expresión “meterse en camisa de once varas” se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida, con exageraciones negativas.

-Estar en Bavia:

Babia es una ciudad de la provincia española de León, un pequeño paraíso donde acostumbraban refugiarse los reyes y aristócratas, para descansar de la guerra contra los árabes en tiempos de la Reconquista. En esa zona se criaban caballos famosos por su fuerza. Precisamente, el caballo del Cid Campeador era de la región, se llamaba "Babieca".

-No hay tu tía:

Al oírla, el oyente comprende que no hay esperanza de cambio. Pero ¿qué tiene que ver la tía de uno en todo este asunto? Ocurre que "tu tía" viene de la mala interpretación de atutía o tutía, término que significa "la costra que queda en la chimenea del horno después de procesar ciertos minerales".
Con esta mezcla, se preparaba un ungüento que, como contenía óxido de cinc, favorecía la cicatrización. Y "no hay tutía" se usó a partir de entonces como sinónimo de "no hay" o "no tiene remedio".

-Salvarse por los pelos:

Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre.

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Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
-Brillar por su ausencia:

Existia entre los antiguos romanos la costumbre de exibir en los servicios fúnebre los retratos de todos los antepasados del difunto.
Se cuenta que en el funeral de Junia, viuda de Casio y hermana de Bruto, el asesino de Julio Cesar, faltaban las imágines de estos dos criminales, de lo que todos los presentes se dieron cuenta.
Posteriormente un poeta francés fué quién puso de la moda la expresión “brillar por su ausencia”. La misma se usa hoy en todo el mundo, generalmente ... (ver texto completo)