Iglesia de los Mártires, MALAGA

IGLESIAS Y ERMITAS DE MALAGA Y PROVINCIA
MÁLAGA. Andalucía. ESPAÑA. Iglesia de los Mártires.
Periodo: Siglos XV-XVIII.
Esta iglesia se sitúa en la Plaza de los Mártires, cerca de la iglesia del Cristo de la Salud y de la Sociedad Económica de los Amigos del Paîs.
Fundada despuês de la conquista, probablemente en 1491, aunque fue erigida en parroquia en el 1505 por Diego de Deza. Su nombre lo debe al deseo de los Reyes Católicos de recuperar el culto a los mártires locales, Santa Paula y San Ciriaco.
Descripción:
En pleno centro de la ciudad (Plaza de los Mártires nº 1) se encuentra el edificio que constituye la Iglesia Parroquial, edificio que cuenta con 500 años de historia y que ha sufrido numerosas vicisitudes (cambios, destrucciones, derrumbes, terremotos, etc.…) y todo ello agravado por la composición del subsuelo donde se ubica (corrientes fluviales subterráneas, suelo arcilloso, etc.…), poco adecuada para una edificación de este porte. No repetiremos aquî la historia de este edificio reflejo del estilo rococó en Málaga (ver más pulsando aquî).
Exterior
El sencillo aspecto exterior de la iglesia no deja traslucir la riqueza interior. Su fábrica de mamposterîa, ladrillo y los basamentos y cadenas de piedra blanca crean una rica policromîa, alzándose en la esquina de la Plaza de los Mártires con la calle Mártires, la torre cuadrada que inicialmente construyera el maestro Bartolomê Pêrez en 1.548. Éste es el rasgo más destacable del exterior situándose al sesgo con respecto al eje de la iglesia; se levanta sobre el último tramo de la nave del Evangelio y la entrada a êsta se hace a travês de una bovedilla de medio cañón.
La estructura interna de la torre consta de un pilar central cuadrado en torno al cual se desarrolla la escalera. De base cuadrada combina la piedra con el ladrillo en tres de sus cuerpos, quedando êste material como único en los dos últimos cuerpos, abiertos al exterior con arcos de medio punto y coronado el tejadillo piramidal con una torrecilla abierta.
El ladrillo empleado en la obra del s. XVIII, es expresión de esa continuidad del espîritu mudêjar. Fue muy dañada por un incendio en 1.567, el terremoto de 1.755 y otras calamidades, lo que motivó su restauración en 1.777 cuando se le añadió tambiên el cuerpo octogonal.
De los accesos a la iglesia, el principal lo forma un atrio formado por un triple arco de ladrillo sobre columnas toscanas de piedra, coronado por un azulejo moderno que alude a los mártires Ciriaco y Paula, integrados simbólicamente en el escudo de la ciudad aquî representado. Bajo êl se abre la portada de ladrillo (rehecha en el s. XIX pero manteniendo el diseño del siglo XVI), con columnas acanaladas y capiteles agrutescados. La puerta, de madera ricamente tallada, es obra de finales del siglo XVIII, y el cancel colocado en 1.833, procede del convento de Santo Domingo de Ronda.
Otro acceso, el más utilizado, se encuentra en el lateral que mira hacia la calle Comedias. Esta puerta que es la de uso normal para acceder a la iglesia, es de arco de medio punto entre pilastras toscanas estando coronada con un frontón curvo abierto y penacho con la imagen de la Fe.
Tras ella se abre un pequeño vestîbulo cubierto con bovedilla muy alargada prodigándose la decoración rococó en el calado cancel. Nuevas puertas de madera dan acceso a esta fastuosa iglesia.
Interior
Esta iglesia es el mejor ejemplar del rococó en Málaga. Aunque con un cierto movimiento en la estructura del presbiterio, no es aquî donde mejor se ofrece este estilo sino en la variada, bellîsima y elegante decoración sobrepuesta, que responde a diferentes etapas. De mediados del siglo XVIII es la del presbiterio y entre de 1.767 y 1.777 la de la sacristîa y renovación de la nave, manteniêndose en la bóveda la ornamentación de la primera mitad del siglo.
Evidentemente esta decoración de rocalla no podîa complacer a los neoclásicos y acadêmicos de la êpoca, y asî Ponz ya señaló que "se habîa revestido con tal gênero de despropósitos y de tanta hojarasca y relumbrones que resulta confuso a la vista del inteligente". En el Diccionario de Madoz no se juzga más piadosamente su estilo, perteneciente "a la êpoca de mayor conmoción de nuestra arquitectura,... cuando no dominaba ya en las artes ningún pensamiento analîtico ni filosófico", sin embargo le da un alto valor a la iglesia ya que considera tan confusos y exuberantes sus adornos que la equipara a las obras de Ribera, Tomê y Churriguera. Y no le queda más remedio que reconocer que "a travês de todo este mal gusto (nótase) mucha unidad, grande imaginación y una variedad que fascina".
La estructura interior es de tipo basilical de tres naves en la que se inserta un cuerpo trebolado que, aunque en los documentos se cita como capilla mayor y crucero, en rigor êste es más bien un brazo transversal absidiado que forma un todo único en el presbiterio.
En el interior del templo, la luz, sabiamente dirigida, juega un papel importante, vigorosa en la nave, matizada en el presbiterio, convierte el camarîn y retablo en un punto luminoso de atracción final de un eje, lugar trascendental del templo con un lienzo de la Virgen de la Trinidad, y a ambos lados de esta imagen hay medallones con arcángeles pintados, que junto con los que se encuentran en los bordes de los brazos del crucero, componen un programa angêlico.
El Presbiterio
La estructura en forma de trêbol que lo forma se compone de tres "exedras" (abertura en la pared interna, de planta semicircular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva) cubiertas con bóvedas de horno, articuladas con molduras y pilastrones de capitel enrollado por donde caen medallones, bellas guirnaldas, rocallas y palmas que envuelven todo el espacio integrando los motivos iconográficos, y disponiendo los retablos en el cuerpo inferior.
Realizados en un material diferente, estuco blanco y dorado, y con gran delicadeza, los relieves narrativos del martirio de Ciriaco y Paula, resaltan en este conjunto. Bajo ellos, las puertas de acceso a la sacristîa y otras dependencias rematan en esbelto penacho con coronas y palmas entrelazadas, sîmbolos de los Mártires. Los pilares torales, de orden compuesto, tienen rica decoración en su intradós que alcanza a los entablamentos y sostienen una cúpula con vistosa linterna, con columnas pareadas flanqueando los óculos de iluminación que presentan disposición sesgada.
La bóveda se divide en ocho cascos con elegantes medallones con los Padres de la Iglesia y otros santos.
En la Capilla Mayor el arco de un camarîn, al que se adapta el retablo, rompe el entablamento. Tiene planta circular con cuatro pilastras compuestas con frutas colgantes entre las que se trazan arcos de medio punto cobijando ventanas sesgadas en los laterales mientras que en el central un rico marco presidido por querubines se dispone, entre jarrones de lirios, sobre un ara decorada con guirnaldas, rocallas y veneras imprimiendo equilibrio y delicadeza. Se cubre con bóveda semiesfêrica con cuatro nervios en los que las rocallas cobijan óculos en dos de ellos y los sîmbolos marianos del sol y la luna en los otros. Desde êl los Santos Mártires presiden esta iglesia.
El Retablo es obra neobarroca de Pêrez Hidalgo, coronado con el gran escudo real de Carlos III. El retablo actualmente alberga en el camarîn las imágenes de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, obras de calidad del siglo XVII realizadas por el escultor Jerónimo Gómez de Hermosilla, procedentes del antiguo tabernáculo de la Catedral.
Los retablos laterales, tambiên de Pêrez Hidalgo, reproducen los antiguos, formados por pilastras a las que se anteponen hornacinas de madera con adornados remates del siglo XVIII, en los que se colocaron esculturas, hoy modernas. Estos elementos marcan la unión con los brazos del crucero, que con su disposición absidial, se configuran como capillas
(4 de Diciembre de 2021)


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