Instituto Vicente Espinel. Conocido como el Gaona, MALAGA
Instituto Vicente Espinel. Conocido como el Gaona.
Es más que un instituto, es un monumento de la rica historia Malagueña, un monumento desconocido para el que no haya tenido la dicha de estudiar en él, incluso puede que para muchos de los que han estudiado y aun estudian.
Visitar el instituto Vicente Espinel, es adentrarte en la historia malagueña, es cerrar los ojos para sentir el transcurso de los años, donde grandes hombres recorrieron sus pasillos, sus patios y poblaron sus aulas.
El instituto nació en el 1846 y a sus espaldas tiene una rica trayectoria en experiencias didácticas que han contribuido a educar a generaciones de malagueños que han ido pasando por sus aulas.
En un principio se llamaba INSTITUTO PROVINCIAL DE SEGUNDA ENSEÑANZA para en la Sesión del Claustro del 1 de Diciembre de 1956 se cambio por el de Vicente Espinel, nuestro genial Rondeño. (Vicente Espinel tuvo entre sus discípulos a Lope de Vega, quien siempre tuvo palabras de elogio para él, ya sea por ejemplo en El laurel de Apolo, donde le llama "único poeta latino y castellano de estos tiempos", o en el prólogo a La viuda valenciana, donde le llama "padre de la música"; le dedicó un soneto y la comedia El caballero de Illescas (1602). Fue también amigo de Cervantes, quien lo menciona en el Canto de Calíope, así como de Góngora (cuyas poesías contribuyó a publicar) y Quevedo. Como músico se le atribuye el haber añadido una quinta cuerda a la vihuela, pero eso es discutible, ya que Bermudo, en 1544, menciona ya la guitarra de cinco cuerdas.
La estructura actual no fue construida tal como hoy la conocemos, el primer espacio sobre lo que hoy es el instituto data de principios del Siglo XVIII, que era una casa en calle Gaona con jardín y casa de servicio que daba a calle Cabello donada por el Conde de Buenavista a los Padres Filipenses.
Mas tarde entre 1750 y 1752, el filipense Padre Rojas amplio la estructura del edificio adquiriendo los inmuebles adyacentes de calle Gaona y creando el edificio que hoy conocemos con el patio de arcos sobre columnas toscanas, emblema de la institución.
El colegio se organiza en torno al patio central cuadrado, con arcos rebajados sobre columnas toscanas de mármol. Los pisos superiores presentan sencillos balcones y pilastras sobre las columnas. Siendo los elementos más llamativos los escudos y cartelas también de mármol que hay en el centro de cada uno de los lados y que representan los escudos de los obispos protectores de la Casa de los Filipenses y emblemas de la propia Congregación acompañados de cartelas con inscripciones latinas alusivas a la humildad y la sabiduría.
En los bajos del patio se pueden ver varias placas que recuerdan el paso por el instituto de alumnos ilustres como Pablo Ruiz Picasso, Emilio Prados, y Severo Ochoa así como del profesor Cabello Roig.
En la primera planta hay un aula que esta dedicada al Nobel Severo Ochoa, colgare las fotografías de este aula.
Las galerías de la primera planta están decoradas con un zócalo de azulejos, de principios del siglo XX que representan escenas del Quijote.
En el libro de Víctor M Heredia Flores titulado UN BREVE RECORRIDO POR EL INSTITUTO VICENTE ESPINEL se lee lo siguiente. "Después de dar una vuelta por estas galerías llegamos al arco que comunica la Casa de Estudios con la casa de Baltasar Guerrero, construida por este comerciante de origen Italiano entre 1706 y 1709 y que fue donada por su sobrino el Conde de Buenavista a los sacerdotes de San Felipe en 1739, junto a la Iglesia que queda a la izquierda. Ambas obras casa e iglesia son atribuidas al arquitecto vasco Felipe de Unzurrunzaga".
Siguiendo con el relato de Victor M. Heredia leemos lo siguiente " siguiendo este pasillo accedemos a las escaleras mas antiguas del edificio, que lindan con la iglesia de San Felipe. Si entramos en la clase que hay a la derecha encontraremos una antigua alacena, restos de las habitaciones de los sacerdotes. Por las citadas escaleras bajamos de nuevo al piso bajo, y de allí salimos al exterior, una amplia escalinata nos conduce ante el viejo aguacate, ultimo vestigio del magnifico jardín botánico que existió junto al caserón de los Filipenses, un autentico bosque que fue desaparecido durante el siglo XX".
En la pagina Web del instituto se recogen los nombres de las personalidades históricas que han dejado huella en el centro.
PROFESORES
Fabio de la Rada
Francisco Bergamin
Pedro Armansa
Luis Muñoz-Cobo
Alfonso Pogonoski
García Rodeja
ALUMNOS
Denis Belgrano (Pintor)
Guillen Robles (Historiador)
Blas Infante (Político)
José Arevalo (Científico)
Severo Ochoa (Científico)
Pablo Picasso (Pintor)
Emilio Prados (Pintor)
Si deseas saber más sobre el Instituto nada mejor que leer el libro de
Victor M. Heredia Flores. Ed. Agora 2002
UN BREVE RECORRIDO POR EL INSTITUTO
Foto tomada por Jose Ramon el 15.02.2017
Es más que un instituto, es un monumento de la rica historia Malagueña, un monumento desconocido para el que no haya tenido la dicha de estudiar en él, incluso puede que para muchos de los que han estudiado y aun estudian.
Visitar el instituto Vicente Espinel, es adentrarte en la historia malagueña, es cerrar los ojos para sentir el transcurso de los años, donde grandes hombres recorrieron sus pasillos, sus patios y poblaron sus aulas.
El instituto nació en el 1846 y a sus espaldas tiene una rica trayectoria en experiencias didácticas que han contribuido a educar a generaciones de malagueños que han ido pasando por sus aulas.
En un principio se llamaba INSTITUTO PROVINCIAL DE SEGUNDA ENSEÑANZA para en la Sesión del Claustro del 1 de Diciembre de 1956 se cambio por el de Vicente Espinel, nuestro genial Rondeño. (Vicente Espinel tuvo entre sus discípulos a Lope de Vega, quien siempre tuvo palabras de elogio para él, ya sea por ejemplo en El laurel de Apolo, donde le llama "único poeta latino y castellano de estos tiempos", o en el prólogo a La viuda valenciana, donde le llama "padre de la música"; le dedicó un soneto y la comedia El caballero de Illescas (1602). Fue también amigo de Cervantes, quien lo menciona en el Canto de Calíope, así como de Góngora (cuyas poesías contribuyó a publicar) y Quevedo. Como músico se le atribuye el haber añadido una quinta cuerda a la vihuela, pero eso es discutible, ya que Bermudo, en 1544, menciona ya la guitarra de cinco cuerdas.
La estructura actual no fue construida tal como hoy la conocemos, el primer espacio sobre lo que hoy es el instituto data de principios del Siglo XVIII, que era una casa en calle Gaona con jardín y casa de servicio que daba a calle Cabello donada por el Conde de Buenavista a los Padres Filipenses.
Mas tarde entre 1750 y 1752, el filipense Padre Rojas amplio la estructura del edificio adquiriendo los inmuebles adyacentes de calle Gaona y creando el edificio que hoy conocemos con el patio de arcos sobre columnas toscanas, emblema de la institución.
El colegio se organiza en torno al patio central cuadrado, con arcos rebajados sobre columnas toscanas de mármol. Los pisos superiores presentan sencillos balcones y pilastras sobre las columnas. Siendo los elementos más llamativos los escudos y cartelas también de mármol que hay en el centro de cada uno de los lados y que representan los escudos de los obispos protectores de la Casa de los Filipenses y emblemas de la propia Congregación acompañados de cartelas con inscripciones latinas alusivas a la humildad y la sabiduría.
En los bajos del patio se pueden ver varias placas que recuerdan el paso por el instituto de alumnos ilustres como Pablo Ruiz Picasso, Emilio Prados, y Severo Ochoa así como del profesor Cabello Roig.
En la primera planta hay un aula que esta dedicada al Nobel Severo Ochoa, colgare las fotografías de este aula.
Las galerías de la primera planta están decoradas con un zócalo de azulejos, de principios del siglo XX que representan escenas del Quijote.
En el libro de Víctor M Heredia Flores titulado UN BREVE RECORRIDO POR EL INSTITUTO VICENTE ESPINEL se lee lo siguiente. "Después de dar una vuelta por estas galerías llegamos al arco que comunica la Casa de Estudios con la casa de Baltasar Guerrero, construida por este comerciante de origen Italiano entre 1706 y 1709 y que fue donada por su sobrino el Conde de Buenavista a los sacerdotes de San Felipe en 1739, junto a la Iglesia que queda a la izquierda. Ambas obras casa e iglesia son atribuidas al arquitecto vasco Felipe de Unzurrunzaga".
Siguiendo con el relato de Victor M. Heredia leemos lo siguiente " siguiendo este pasillo accedemos a las escaleras mas antiguas del edificio, que lindan con la iglesia de San Felipe. Si entramos en la clase que hay a la derecha encontraremos una antigua alacena, restos de las habitaciones de los sacerdotes. Por las citadas escaleras bajamos de nuevo al piso bajo, y de allí salimos al exterior, una amplia escalinata nos conduce ante el viejo aguacate, ultimo vestigio del magnifico jardín botánico que existió junto al caserón de los Filipenses, un autentico bosque que fue desaparecido durante el siglo XX".
En la pagina Web del instituto se recogen los nombres de las personalidades históricas que han dejado huella en el centro.
PROFESORES
Fabio de la Rada
Francisco Bergamin
Pedro Armansa
Luis Muñoz-Cobo
Alfonso Pogonoski
García Rodeja
ALUMNOS
Denis Belgrano (Pintor)
Guillen Robles (Historiador)
Blas Infante (Político)
José Arevalo (Científico)
Severo Ochoa (Científico)
Pablo Picasso (Pintor)
Emilio Prados (Pintor)
Si deseas saber más sobre el Instituto nada mejor que leer el libro de
Victor M. Heredia Flores. Ed. Agora 2002
UN BREVE RECORRIDO POR EL INSTITUTO
Foto tomada por Jose Ramon el 15.02.2017
(16 de Marzo de 2018)