Situados en el lateral este del
Ayuntamiento, con una extensión de 6.500 metros cuadrados, estos
jardines de diseño latino mantienen características hispano-musulmanas y afrancesadas: arriates con setos bajos para proporcionar
color y simetría, naranjos que dan
sombra, color y aroma; los estanques contrastan y prestan sensación de frescor y sonidos con los surtidores.
Destaca la rosaleda, con 75 variedades procedentes de todo el mundo. Este diseño, del arquitecto Guerrero Stachan, constituye, además, una ingeniosa transición entre el
Parque y
Puerta Oscura; el
jardín armoniza igualmente tanto con los muros de la Alcazaba y Gibralfaro como con el Ayuntamiento. En pocos lugares de
Málaga se muestra tan claramente como aquí el binomio arquitectónico-botánico.