Me sienta muy mal hablar a los que se escudan en el anonimato. Eso siempre ha sido de cobardes. Cuando se opina de algo, aunque sea solo por elegancia, debe uno identificarse y asumir valientemente sus propias opiniones. Me dirijo al anónimo que me ha tildado de ignorante. Sepa el anónimo que en la actualidad es sumamente sencillo trasladar un
monumento de
piedra a otro sitio(el ignorante es Vd.).Decía en mi anterior misiva que dudaba mucho que nuestro
castillo se lo fuesen a llevar a otro sitio,
... (ver texto completo)