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SILES: Buenas a todos mis paisanos. Escribo porque Siles me...

Buenas a todos mis paisanos. Escribo porque Siles me duele, me duele en el alma al igual que me duele la Sierra de Segura. ¿Cómo es posible que en un lugar como este, en el que sólo ser testigo de un atardecer daña el alma con tanta belleza, haya tanta mezquindad? No entiendo cómo esto puede seguir siendo así. No entiendo como nosotros, los jóvenes, no vemos que nuestra tierra está herida de muerte e intentamos sanarla. No lograré entender como jóvenes de menos de veinte años, en lugar de intentar levantar su pueblo, echarse a sus espaldas jóvenes y fuertes el peso que les corresponde, se dedican a pensar exclusívamente en fiestas. No entiendo cómo niños de quince años ya coquetean de una forma tan peligrosa con las drogas y echan a perder sus vidas de la forma más absurda. No entiendo como nosotros, que deberíamos estar dotados de una sensibilidad pasmosa, dado el entorno en el que vivimos, pasamos las horas ociosas destrozando nuestro entorno y nuestro pueblo.
Pero es que tampoco entiendo a nuestros mayores, esos que deberían enseñarnos lo que es el respeto y el civismo, la experiencia de una vida llena de vivencias. Unas vidas largas y respetables... En lugar de enseñarnos cómo comportarnos, se dedican a destruir de la forma más mezquina y cruel que hay, mediante el cotilleo y la rumorología. Precisamente costumbres éstas que deberíamos olvidar, son las que hoy sustentan a nuestra sierra y la están pudriendo y destrozando lentamente. Porque nos quejamos de nuestros ayuntamientos -sean del partido que sean- pero no hay jóvenes emprendedores que se animen a hacer cosas por su pueblo. Y no sólo eso, sino que nos divertimos más insultándonos unos a otros, inventando y destrozando vidas ajenas que realizando actividades de tipo cultural. Nos da por unirnos a todos en fiestas y demás, y se nos llena la boca de pueblo, pero Siles está todo el año, no sólo en agosto o en septiembre y sin embargo aunque todos somos maravillosos en esa época, después todo se olvida y olvidamos, también, que nuestro entorno nos necesita. Que somos nosotros los únicos que podemos levantar de nuevo la sierra, y que es nuestro deber hacerlo. Que debemos hacer de nuestra tierra un lugar donde a la gente le guste vivir, no un nido de vívoras dispuestas a morder al que se sale de lo que ellos consideran normal.
Amo profundamente la sierra, porque es uno de los lugares más bellos del mundo y porque allí he vivido muchos años... Pero me duele en el alma ver como poco a poco Siles, como los demás pueblos, van cayendo en la desidia, el abandono y el olvido... No es cuestión de echarle la culpa a otros o a los ayuntamientos, es cuestión de asumir nosotros nuestras parte de responsabilidad y entre todos lograr que la Sierra de Segura sea un lugar, no sólo bello, sino en el que merezca la pena vivir. La sierra agoniza y está enferma, debemos salvarla. Se nos llena la boca se sierra cuando estamos fuera, a nuestros políticos -tanto locales, como provinciales, autonómicos y nacionales- se les llena la boca también, pero luego nadie nos hace caso. Nos llenamos de orgullo pero no respetamos nuestros bosques ni nuestros pueblos, ni siquiera a nosotros mismos o a nuestros vecinos. Si de verdad amáis la sierra y amáis Siles, a qué estáis esperando, colaboremos todos por hacer de Siles un lugar lleno de respeto, de cultura y un lugar donde merezca la pena ver pasar la vida. Gracias a todos.

M.A.C.