La tarde que llegué a
Sabiote por vez primera era domingo, un día de
otoño frío y muy lluvioso. Había hecho un viaje fatal desde
Granada que duró casi tres horas, por la
carretera de Jódar, solitaria y sin luna, con
lluvia y con frío. Yo viajaba rezando porque el
coche, un renault 8 con matrícula de Palma de
Mallorca, 159831, así, sin letra, no me dejara tirado en una carretera sin nombre, sin luz, sin tráfico,... sin vida.
Al llegar a mi destino, y dado que al día siguiente, lunes, empezaba a trabajar
... (ver texto completo)