Todos los años recibo dos
postales navideñas por
correo ordinario, una es de una
amiga que tengo desde la EGB que se hizo misionera, que estuvo en el Congo y ahora en
México, otra de un tío mío aficionado a la pintura.
La
postal de mi amiga siempre es artesanal, con cartulina sobre la que hace un pequeño collage de la sagrada
familia antes de raza negra, ahora indígena, con motivos étnicos y alguna vez circunscritos en un pétalo de rosa.
La de mi tío siempre es más laica, y se limita a un dibujo
... (ver texto completo)