¡¡¡¿¿¿CóMO ESTáN USTEDES ???!!!.
El grito de guerra de los payasos y la no menos atronadora respuesta de cientos de miles de niños resonaban, en las sobremesas de los sábados, en toda España. Los años setenta aún no habían cumplido su primer lustro y la televisión era todavía en blanco y negro.
Para llegar a este éxito, de apariencia fulminante, Gaby, Fofó y Miliki, a los que se unirían, más tarde, Fofito y Milikito, “Los payasos de la Tele”, hubieron de recorrer un largo camino.
UNA DINASTíA.
Herederos de una estirpe circense de rancio abolengo, que se remonta siglo y medio, hasta el Grand Cirque Fouraux, fundado por un miembro de la familia real sueca, hijos del gran Emig, sobrinos de los geniales Pompoff y Teddy y primos de Zampabollos y Nabucodonosorcito, los Aragón Bermúdez tuvieron que hacer un “corto” viaje de ida y vuelta a América de más de un cuarto de siglo, para llegar a contradecir el aserto popular de “Nadie es profeta en su tierra”.
Gaby, Fofó y Miliki comenzaron a recorrer la España desolada de 1939, con el ligero equipaje de sus narizotas rojas y un puñado de ilusiones. En 1946 recibieron la llamada de América y hasta allí se fueron, con un contrato de cuatro meses, para actuar en Cuba. Los meses se fueron prolongando y, al final, se convirtieron en 14 años.
El grito de guerra de los payasos y la no menos atronadora respuesta de cientos de miles de niños resonaban, en las sobremesas de los sábados, en toda España. Los años setenta aún no habían cumplido su primer lustro y la televisión era todavía en blanco y negro.
Para llegar a este éxito, de apariencia fulminante, Gaby, Fofó y Miliki, a los que se unirían, más tarde, Fofito y Milikito, “Los payasos de la Tele”, hubieron de recorrer un largo camino.
UNA DINASTíA.
Herederos de una estirpe circense de rancio abolengo, que se remonta siglo y medio, hasta el Grand Cirque Fouraux, fundado por un miembro de la familia real sueca, hijos del gran Emig, sobrinos de los geniales Pompoff y Teddy y primos de Zampabollos y Nabucodonosorcito, los Aragón Bermúdez tuvieron que hacer un “corto” viaje de ida y vuelta a América de más de un cuarto de siglo, para llegar a contradecir el aserto popular de “Nadie es profeta en su tierra”.
Gaby, Fofó y Miliki comenzaron a recorrer la España desolada de 1939, con el ligero equipaje de sus narizotas rojas y un puñado de ilusiones. En 1946 recibieron la llamada de América y hasta allí se fueron, con un contrato de cuatro meses, para actuar en Cuba. Los meses se fueron prolongando y, al final, se convirtieron en 14 años.