Esta bien que los jóvenes disfruten en el
paseo de la
Virgen los fines de semana, por lo menos alejados de las
casas del vecindario no oímos el murmullo continuo. Pero eso no importa, lo importante es decir que es una pena como dejan los alrededores cuando se marchan. Es peor que cuando pasó Atila por los
pueblos que conquistaba, más bien arrasaba. Podían tener un poquito de respeto y educación y depositar las botellas y otras cosas en los contenedores que tienen a sólo DIEZ METROS, pero claro con
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