“D. Salvador Calvo Pinto, Coadjutor de la Parroquia ha estado unas horas en Pamplona.
El nos cuenta las impresiones de este viaje.
Recuerdos de unas horas felices
(Por Salvador Calvo Pinto)
No es fácil expresar en palabras la inmensa alegría de unas horas vividas con los jimenatos en Pamplona. Viaje largo, muy largo, ochocientos kilómetros casi sin parar, veinticuatro horas de coche para ir a amanecer a Tafalla. Ultima parada; la próxima Pamplona.
A los ocho de la mañana nos adentramos por las primeras casas de la capital Navarra. Me sentía en aquellos momentos con una emoción reprimida. La estación; y desde aquel momento, en las nueve horas, solo se oyó un nombre, don Salvador. Alegría y lagrimas al llegar.
Pero…” ¿Es verdad que ha venido Vd.?”. Si hombre no estas soñando. La noticia de mi llegada corre por Pamplona como la pólvora. Ha venido don Salvador. Emoción y risas y alegrías entre estos jimenatos lejos de Jimena, pero con el corazón entre nosotros.
Saludos por aquí, saludos por allí “Recuerdos de tu amigo” “Saludos de su esposa” “Que te diga muchas cosas de parte de tu padre” “Saludos y preguntas” “ ¿y mi mama?” “ ¿has visto a mi mujer?” “ ¿y mis hijos”? “ ¿Y mi papa?”.
Consigna desde el primer momento de mi llegada a Pamplona. Misa para los de Jimena a los once en los Capuchinos. A las diez baje a la Chantrea, barrio habitado casi en su totalidad por jimenatos. Veo a “los Perdigones” (perdonen por el nombre, pero así es como todos los conocemos) y se lanzan a dar la noticia por toda Pamplona.
Once de la mañana, no es posible, trescientos jimenatos en la puerta de los Capuchinos con “su Cura”, como ellos dicen. La Santa Misa la celebro en la Capilla de la Divina Pastora. Después del Evangelio unas palabras: “Os traigo el aliento y la bendición de la Virgen de los Remedios”. Al decir este nombre tan nuestro, lagrimas en todos los que allí estábamos. Hombres curtidos por el sol y el trabajo, lloraban como niños al recuerdo de su Virgen y de los suyos, “No miréis en mi a don Salvador, sino a la Iglesia, a la parroquia, a vuestro sacerdotes, don Manuel y yo, que no os olvidamos”. Me convencí, una vez mas, que también se llora de alegría.
Después de la Misa bajamos por el Paseo de Valencia a la Taconera, y allí una fotografía de los que habíamos bajado (por cierto y esto es de mi cosecha, alguno guardareis esa foto, al foro con ella). Alegría y unas cervezas en el bar de Luis Manuel “Repoza”. Al entrar (éramos cuarenta) lo que dijo el amigo Luis Manuel “hoy esta todo pagado para los de Jimena”. Hora de la comida, “Se viene a mi casa” “no a la mía”. Un tercero, “para que no os peleéis se viene conmigo. Todos querían que me fuera con ellos. Lo de menos era la comida, queridos jimenatos de Pamplona. Lo que valía y es lo que os agradezco, es que os salía de corazón.
Café después de comer y… ¡las cinco! Hora de salida. Al llegar a la estación unas setecientas personas de Jimena me esperaban. A duras penas pude contener unas lagrimas. Fue el delirio. Todos me llamaban y a todos escuche. Unos cuantos componentes de nuestra Banda Municipal, entre otros, Chicorrete, Mairena, Jeromo y otros me decían: “Si sabemos que viene, le recibimos con música” “Saludos para el Alcalde, don Manuel y Cayetano”. Seis menos cuarto. El motor en marcha. ¡Como lloraban en silencia todos, hombres y mujeres. Lloraban por que me venia y se quedaban solos otra vez. “No lloréis volveré a veros”. Y como nota final que siempre recordare, os contare una escena que partió a todos el corazón:
Mariano, el que fue nuestro acolito, el hijo de “Pedro Rasca” y que en Pamplona esta en una confitería cuando fui a despedirme se colgó a mi cuello y se echo a llorar: “Besos para mis tíos y abuelos”. Yo no pude decirle nada porque lloraba como el.
Y otra vez a Jimena, os digo desde aquí lo que pensé deciros al salir “ ¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!” “ ¡VIVA JIMENA!”.
A LOS JIMENATOS QUE HAY EN PAMPLONA
No tendría con que pagaros tanta atención y tanto cariño como me habéis demostrado las nueve horas que estuve entre vosotros.
Me disteis saludos para todos y desde estas líneas se los doy a vuestro familiares. Me habéis hecho pasar unas horas felices como sacerdote y amigo. Yo en pago solo puedo ofreceros lo que soy. Pediré siempre por vosotros y aunque el Destino de la Vida nos separe para siempre, don Salvador os querrá y estará orgulloso de vosotros.
He cumplido vuestro ultimo encargo: “Don Salvador, cuando llegue a Jimena, vaya a Canava y rece a la Virgen de los Remedios por nosotros”, Y la Virgen me ha dicho “ ¡Cuanto los quiero y que orgullosa estoy de ellos!.
Descansad tranquilos porque desde aquí os guardare siempre”.
Jimena para Pamplona a 1 de agosto de 1961”
(Todo esta copiado al pie de la letra de las “hojas parroquiales de CANAVA”)
Esto ha caído en mis manos hoy que yo estoy postrado en la cama por una ¡jodida lumbalgia! Y como el otro día, cuando se realizo la entrevista de la foto, un internauta-forero me dijo que deberíamos haber hablado de tal o cual cura, pues vaya por ese Cura, vaya también por el (forero-músico) que lo recordó, vaya como ejemplo, si lo quiere para este Cura, que a mi me da “cierto tufillo” parecido al otro y por el ultimo para el forero del “abrazo final”, a todos espero que os gusten tan gratos recuerdos.
El nos cuenta las impresiones de este viaje.
Recuerdos de unas horas felices
(Por Salvador Calvo Pinto)
No es fácil expresar en palabras la inmensa alegría de unas horas vividas con los jimenatos en Pamplona. Viaje largo, muy largo, ochocientos kilómetros casi sin parar, veinticuatro horas de coche para ir a amanecer a Tafalla. Ultima parada; la próxima Pamplona.
A los ocho de la mañana nos adentramos por las primeras casas de la capital Navarra. Me sentía en aquellos momentos con una emoción reprimida. La estación; y desde aquel momento, en las nueve horas, solo se oyó un nombre, don Salvador. Alegría y lagrimas al llegar.
Pero…” ¿Es verdad que ha venido Vd.?”. Si hombre no estas soñando. La noticia de mi llegada corre por Pamplona como la pólvora. Ha venido don Salvador. Emoción y risas y alegrías entre estos jimenatos lejos de Jimena, pero con el corazón entre nosotros.
Saludos por aquí, saludos por allí “Recuerdos de tu amigo” “Saludos de su esposa” “Que te diga muchas cosas de parte de tu padre” “Saludos y preguntas” “ ¿y mi mama?” “ ¿has visto a mi mujer?” “ ¿y mis hijos”? “ ¿Y mi papa?”.
Consigna desde el primer momento de mi llegada a Pamplona. Misa para los de Jimena a los once en los Capuchinos. A las diez baje a la Chantrea, barrio habitado casi en su totalidad por jimenatos. Veo a “los Perdigones” (perdonen por el nombre, pero así es como todos los conocemos) y se lanzan a dar la noticia por toda Pamplona.
Once de la mañana, no es posible, trescientos jimenatos en la puerta de los Capuchinos con “su Cura”, como ellos dicen. La Santa Misa la celebro en la Capilla de la Divina Pastora. Después del Evangelio unas palabras: “Os traigo el aliento y la bendición de la Virgen de los Remedios”. Al decir este nombre tan nuestro, lagrimas en todos los que allí estábamos. Hombres curtidos por el sol y el trabajo, lloraban como niños al recuerdo de su Virgen y de los suyos, “No miréis en mi a don Salvador, sino a la Iglesia, a la parroquia, a vuestro sacerdotes, don Manuel y yo, que no os olvidamos”. Me convencí, una vez mas, que también se llora de alegría.
Después de la Misa bajamos por el Paseo de Valencia a la Taconera, y allí una fotografía de los que habíamos bajado (por cierto y esto es de mi cosecha, alguno guardareis esa foto, al foro con ella). Alegría y unas cervezas en el bar de Luis Manuel “Repoza”. Al entrar (éramos cuarenta) lo que dijo el amigo Luis Manuel “hoy esta todo pagado para los de Jimena”. Hora de la comida, “Se viene a mi casa” “no a la mía”. Un tercero, “para que no os peleéis se viene conmigo. Todos querían que me fuera con ellos. Lo de menos era la comida, queridos jimenatos de Pamplona. Lo que valía y es lo que os agradezco, es que os salía de corazón.
Café después de comer y… ¡las cinco! Hora de salida. Al llegar a la estación unas setecientas personas de Jimena me esperaban. A duras penas pude contener unas lagrimas. Fue el delirio. Todos me llamaban y a todos escuche. Unos cuantos componentes de nuestra Banda Municipal, entre otros, Chicorrete, Mairena, Jeromo y otros me decían: “Si sabemos que viene, le recibimos con música” “Saludos para el Alcalde, don Manuel y Cayetano”. Seis menos cuarto. El motor en marcha. ¡Como lloraban en silencia todos, hombres y mujeres. Lloraban por que me venia y se quedaban solos otra vez. “No lloréis volveré a veros”. Y como nota final que siempre recordare, os contare una escena que partió a todos el corazón:
Mariano, el que fue nuestro acolito, el hijo de “Pedro Rasca” y que en Pamplona esta en una confitería cuando fui a despedirme se colgó a mi cuello y se echo a llorar: “Besos para mis tíos y abuelos”. Yo no pude decirle nada porque lloraba como el.
Y otra vez a Jimena, os digo desde aquí lo que pensé deciros al salir “ ¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!” “ ¡VIVA JIMENA!”.
A LOS JIMENATOS QUE HAY EN PAMPLONA
No tendría con que pagaros tanta atención y tanto cariño como me habéis demostrado las nueve horas que estuve entre vosotros.
Me disteis saludos para todos y desde estas líneas se los doy a vuestro familiares. Me habéis hecho pasar unas horas felices como sacerdote y amigo. Yo en pago solo puedo ofreceros lo que soy. Pediré siempre por vosotros y aunque el Destino de la Vida nos separe para siempre, don Salvador os querrá y estará orgulloso de vosotros.
He cumplido vuestro ultimo encargo: “Don Salvador, cuando llegue a Jimena, vaya a Canava y rece a la Virgen de los Remedios por nosotros”, Y la Virgen me ha dicho “ ¡Cuanto los quiero y que orgullosa estoy de ellos!.
Descansad tranquilos porque desde aquí os guardare siempre”.
Jimena para Pamplona a 1 de agosto de 1961”
(Todo esta copiado al pie de la letra de las “hojas parroquiales de CANAVA”)
Esto ha caído en mis manos hoy que yo estoy postrado en la cama por una ¡jodida lumbalgia! Y como el otro día, cuando se realizo la entrevista de la foto, un internauta-forero me dijo que deberíamos haber hablado de tal o cual cura, pues vaya por ese Cura, vaya también por el (forero-músico) que lo recordó, vaya como ejemplo, si lo quiere para este Cura, que a mi me da “cierto tufillo” parecido al otro y por el ultimo para el forero del “abrazo final”, a todos espero que os gusten tan gratos recuerdos.
Por cierto espero que te mejores pronto de tus dolores, siempre son un fastidio y de la espalda más, eso que te baja el dolor la pierna abajo... Ten paciencia amigo y pronto la salud.