El trinar de los pájaros, el corretear de las liebres, el susurro del viento, el run, run, run de las sopladoras, el vibrar de los vareadores, el tableteo de los remolques en los caminos, es apasionante esta vida, sin polución, sin contaminación, sin ruidos estruendosos (al menos yo, con mi sordera, no oigo ninguno) creo que nos ha tocado vivir en el Paraiso y no sabemos apreciarlo correctamente. (Para los malpensados he de aclararle que no he fumnado marihuana ni he tomado ningún estupefaciente).
¡Ay Palomero!:
Todo eso cantaba Ovidio en sus "Bucólicas" y sin embargo, se "espijaba" para irse al Mesón Romano, lleno de voces, porquerías por los suelos, broncas de borrachos, Sebastias Impertinentus y jarras de espeso vino tinto de Rosas acompañado de perniles de Iberia, aceite de la Bética y aceitunas de Hispalís.
Además, siempre decía que, en el Mesón Romano, era el único sitio donde no le dolía la cintura, ni el cuello, ni la cabeza y dónde no tenía que aguantar las quejas permanentes de su mujer, las "filípicas" de su madre o el "sobeteo" continuo de los nietos pequeños.
Yo te escribo desde el "Mesón Matritense" a la espera de que comience el Español-Real Madrid y tengo en la mesa un café humeante acompañado de un "turroncillo" que como ya está casi liquidado el mesonero no para de preguntarme ¿quiere Ud. otro?.
Saludos y a tres puntos,
Todo eso cantaba Ovidio en sus "Bucólicas" y sin embargo, se "espijaba" para irse al Mesón Romano, lleno de voces, porquerías por los suelos, broncas de borrachos, Sebastias Impertinentus y jarras de espeso vino tinto de Rosas acompañado de perniles de Iberia, aceite de la Bética y aceitunas de Hispalís.
Además, siempre decía que, en el Mesón Romano, era el único sitio donde no le dolía la cintura, ni el cuello, ni la cabeza y dónde no tenía que aguantar las quejas permanentes de su mujer, las "filípicas" de su madre o el "sobeteo" continuo de los nietos pequeños.
Yo te escribo desde el "Mesón Matritense" a la espera de que comience el Español-Real Madrid y tengo en la mesa un café humeante acompañado de un "turroncillo" que como ya está casi liquidado el mesonero no para de preguntarme ¿quiere Ud. otro?.
Saludos y a tres puntos,
Nunca has atinado tanto, yo no me voy de parranda como Ovidio hoy solo he estado viendo el partido en el J&R rodeado de los otros, eran una gran mayoría, que por supuesto han ido, conforme se desarrollaba el encuentro, abandonando el lugar, ya que presumián el final y, coforme pasaban las horas, se desarrobaba otro diálogo, sobre la aceituna, de palomos, hasta de las chicas y chicos del bien vivir ¡ojo mi quierida espooa estaba pressente! por tanto todo ha sido conmedido
