¿FELIZ Y PRÓSPERO? (Por Luismarín).
Acabo de llegar de Jimena, durante el viaje, en el tren, me ha dato tiempo de escribir este intento de desearos lo mejor para el 2013.
Por primera vez en mi vida voy a pasar en Madrid y en soledad, una Nochevieja. Hubo otra, muy "pintoresca", celebrada en un cuartel de Sevilla, en 1975, con Franco descansando desde un mes antes (nosotros aún mas) en Cuelgamuros; estábamos “movilizados” por si había peligrosas manifestaciones (de alegría, digo yo).
Desde 1990, los últimos días del año los había pasado siempre con los mismos amigos, pero nunca conviene olvidar expresiones como ¡El hombre propone y Dios dispone! (de Tomás Kempis, místico alemán, en su Imitación de Cristo) o la del refranero popular ¡La vida da más vueltas que una “revolandera”!. Particularmente me gusta más la segunda, pues la primera implica la aceptación del “determinismo divino” y pienso que el ser humano, con su razón y fuerza de voluntad puede labrarse su propio destino Por ejemplo, para esta noche he tenido múltiples invitaciones, tanto de familiares como de amigos en el pueblo o en Madrid. Mi solitaria situación la he decidido libremente.
Retomando el tema de las “vidas secretas”, Leonard Cohen, en una de sus canciones nos recuerda que esas vidas están llenas de frio y soledad. Sin embargo, como contrapartida positiva hay una hermosa palabra: LIBERTAD. Esto lo aprendí leyendo la biografía de Miguel Servet con su célebre frase “Libertatem meam mecun porto”: Mi libertad la llevo conmigo.
Además, os quiero recordar, que esto de la Nochevieja y el Año Nuevo, sólo se celebra según el Calendario Gregoriano implantado en 1582. En cambio, ¡fijaros que bonito!, según el calendario de la Revolución Francesa (Igualdad, Libertad y Fraternidad era su lema), esta medianoche sería la del 10 del mes de Nivoso y sería el día Fléau (día del mayal o instrumento agrícola usado en la trilla).
No nos vendría nada mal si nos olvidáramos de estas fiestas tan “resaltadas” por la Sociedad Consumista en la que vivimos y donde su Gran Profeta es ese Gran Almacén que todos sabemos. Gran parte de las familias, y, por encima de otras necesidades más perentorias, celebrarán múltiples festines, como el célebre de Baltasar. Esperemos que en las paredes de sus comedores no aparezcan (escritas por una mano invisible) las palabras “Mane, Thecel, Phares” para el “acojone” del personal.
De lo que no podré nunca olvidarme será de la celebración de las doce campanadas (¿verdad Almirante?) en la Plaza de Jimena, sobre todo, en los tiempos de adolescencia y plena juventud. Hubo unos años que hasta se perdió esa tradición y apenas acudía nadie a la Plaza, hoy en día parece ser que se ha recuperado esa bonita costumbre. Sobre el olvido, viene al hilo, una hermosa frase de Hannah Arendt: “El olvido no existe. Nada humano es tan perfecto, y sencillamente hay demasiada gente para que el olvido sea posible. Siempre quedará un superviviente para contarnos la historia”.
Iba a añadir algo más de mi propia cosecha para despedirme del año. Pero no me ha hecho falta. Esta mañana al leer la columna de Almudena Grandes que ha titulado “Feliz año nuevo", me ha gustado tanto que creo que merece la pena trasladarla a ésta página. Los maestros y maestras del arte de escribir están para eso y de camino aprender algo de ellos. Antes de reproducir el texto, me gustaría recordarle a algunos de los que participan en el Foro que, cuando se copia literalmente a algún autor, hay que nombrar al autor y poner todo el texto “fusilado” entre comillas. Así, “entre comillas” le cedo los trastos a la mencionada y admirada autora:
“Empezamos mal, todos lo sabemos. La odiosa herencia de 2012 se cierne como una negra borrasca sobre nuestras cabezas. Hemos dado sangre, sudor y lágrimas a cambio de más sangre, de más sudor y llantos incontables, pero todavía nos exigen más, nos dicen que todavía no es suficiente. Que por ahora, no van a subir el IVA, o sea que lo subirán. Que puede que haya que retocar lo del derecho a la huelga, es decir, lo limitarán. Que tanta manifestación da muy mala imagen de nuestro país, así que buscaran nuevas fórmulas para seguir despojándonos de nuestro patrimonio, malvendiendo empresas públicas, desmontando servicios, deteriorando la democracia y endureciendo las condiciones de vida de los más débiles, sin que la gente salga a la calle a protestar.
Para saludar al nuevo año, nada más apropiado que el título de un viejo verso de Luis Cernuda: Ahora la estupidez sucede al crimen.
Sin embargo, yo voy a pediros que seáis felices, que busquéis en vuestro interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y que la alimentéis con cariño durante todo el año que nos espera. Que os cuidéis a vosotros mismos y a los que tenéis más cercanos. Sonreir a vuestros mayores y hacerle cosquillas a los niños. Cantad viejas coplas, alegres o melancólicas. Bailar juntos, bien agarrados y besaros mucho. Rescatad aquellos platos tan sabrosos de las recetas de la abuela y poner la mesa con esos blancos manteles bordados con pájaros y flores. Os deseo que aprovechéis las mañanas de niebla, los medios días de sol y las tardes de paseo. Mostrad orgullosos vuestro amor ¡Derrocharlo ¡.
Que la amargura no nos haga débiles. Pensad que la indiferencia o la desesperanza lleva a la desunión de las víctimas y fortalece siempre a los culpables. No hay que consentirles nada, Prohibidles entrar en vuestras casas para ensuciar las paredes, secar vuestras macetas o inquietar el sueño de vuestros hijos.
Finalmente, solo os pido que seáis fuertes, que os mantengáis alegres. Recordad: LA FELICIDAD ES LA MEJOR MANERA DE RESISTIR.
Termino añadiendo algo más, con palabras de otro autor, en este un clásico, como Lucrecio: “La mayor riqueza para el hombre es vivir tranquilo y con poco, pues de lo poco, bien se sabe, nunca falta”.
Saludos y hasta otro año,
Acabo de llegar de Jimena, durante el viaje, en el tren, me ha dato tiempo de escribir este intento de desearos lo mejor para el 2013.
Por primera vez en mi vida voy a pasar en Madrid y en soledad, una Nochevieja. Hubo otra, muy "pintoresca", celebrada en un cuartel de Sevilla, en 1975, con Franco descansando desde un mes antes (nosotros aún mas) en Cuelgamuros; estábamos “movilizados” por si había peligrosas manifestaciones (de alegría, digo yo).
Desde 1990, los últimos días del año los había pasado siempre con los mismos amigos, pero nunca conviene olvidar expresiones como ¡El hombre propone y Dios dispone! (de Tomás Kempis, místico alemán, en su Imitación de Cristo) o la del refranero popular ¡La vida da más vueltas que una “revolandera”!. Particularmente me gusta más la segunda, pues la primera implica la aceptación del “determinismo divino” y pienso que el ser humano, con su razón y fuerza de voluntad puede labrarse su propio destino Por ejemplo, para esta noche he tenido múltiples invitaciones, tanto de familiares como de amigos en el pueblo o en Madrid. Mi solitaria situación la he decidido libremente.
Retomando el tema de las “vidas secretas”, Leonard Cohen, en una de sus canciones nos recuerda que esas vidas están llenas de frio y soledad. Sin embargo, como contrapartida positiva hay una hermosa palabra: LIBERTAD. Esto lo aprendí leyendo la biografía de Miguel Servet con su célebre frase “Libertatem meam mecun porto”: Mi libertad la llevo conmigo.
Además, os quiero recordar, que esto de la Nochevieja y el Año Nuevo, sólo se celebra según el Calendario Gregoriano implantado en 1582. En cambio, ¡fijaros que bonito!, según el calendario de la Revolución Francesa (Igualdad, Libertad y Fraternidad era su lema), esta medianoche sería la del 10 del mes de Nivoso y sería el día Fléau (día del mayal o instrumento agrícola usado en la trilla).
No nos vendría nada mal si nos olvidáramos de estas fiestas tan “resaltadas” por la Sociedad Consumista en la que vivimos y donde su Gran Profeta es ese Gran Almacén que todos sabemos. Gran parte de las familias, y, por encima de otras necesidades más perentorias, celebrarán múltiples festines, como el célebre de Baltasar. Esperemos que en las paredes de sus comedores no aparezcan (escritas por una mano invisible) las palabras “Mane, Thecel, Phares” para el “acojone” del personal.
De lo que no podré nunca olvidarme será de la celebración de las doce campanadas (¿verdad Almirante?) en la Plaza de Jimena, sobre todo, en los tiempos de adolescencia y plena juventud. Hubo unos años que hasta se perdió esa tradición y apenas acudía nadie a la Plaza, hoy en día parece ser que se ha recuperado esa bonita costumbre. Sobre el olvido, viene al hilo, una hermosa frase de Hannah Arendt: “El olvido no existe. Nada humano es tan perfecto, y sencillamente hay demasiada gente para que el olvido sea posible. Siempre quedará un superviviente para contarnos la historia”.
Iba a añadir algo más de mi propia cosecha para despedirme del año. Pero no me ha hecho falta. Esta mañana al leer la columna de Almudena Grandes que ha titulado “Feliz año nuevo", me ha gustado tanto que creo que merece la pena trasladarla a ésta página. Los maestros y maestras del arte de escribir están para eso y de camino aprender algo de ellos. Antes de reproducir el texto, me gustaría recordarle a algunos de los que participan en el Foro que, cuando se copia literalmente a algún autor, hay que nombrar al autor y poner todo el texto “fusilado” entre comillas. Así, “entre comillas” le cedo los trastos a la mencionada y admirada autora:
“Empezamos mal, todos lo sabemos. La odiosa herencia de 2012 se cierne como una negra borrasca sobre nuestras cabezas. Hemos dado sangre, sudor y lágrimas a cambio de más sangre, de más sudor y llantos incontables, pero todavía nos exigen más, nos dicen que todavía no es suficiente. Que por ahora, no van a subir el IVA, o sea que lo subirán. Que puede que haya que retocar lo del derecho a la huelga, es decir, lo limitarán. Que tanta manifestación da muy mala imagen de nuestro país, así que buscaran nuevas fórmulas para seguir despojándonos de nuestro patrimonio, malvendiendo empresas públicas, desmontando servicios, deteriorando la democracia y endureciendo las condiciones de vida de los más débiles, sin que la gente salga a la calle a protestar.
Para saludar al nuevo año, nada más apropiado que el título de un viejo verso de Luis Cernuda: Ahora la estupidez sucede al crimen.
Sin embargo, yo voy a pediros que seáis felices, que busquéis en vuestro interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y que la alimentéis con cariño durante todo el año que nos espera. Que os cuidéis a vosotros mismos y a los que tenéis más cercanos. Sonreir a vuestros mayores y hacerle cosquillas a los niños. Cantad viejas coplas, alegres o melancólicas. Bailar juntos, bien agarrados y besaros mucho. Rescatad aquellos platos tan sabrosos de las recetas de la abuela y poner la mesa con esos blancos manteles bordados con pájaros y flores. Os deseo que aprovechéis las mañanas de niebla, los medios días de sol y las tardes de paseo. Mostrad orgullosos vuestro amor ¡Derrocharlo ¡.
Que la amargura no nos haga débiles. Pensad que la indiferencia o la desesperanza lleva a la desunión de las víctimas y fortalece siempre a los culpables. No hay que consentirles nada, Prohibidles entrar en vuestras casas para ensuciar las paredes, secar vuestras macetas o inquietar el sueño de vuestros hijos.
Finalmente, solo os pido que seáis fuertes, que os mantengáis alegres. Recordad: LA FELICIDAD ES LA MEJOR MANERA DE RESISTIR.
Termino añadiendo algo más, con palabras de otro autor, en este un clásico, como Lucrecio: “La mayor riqueza para el hombre es vivir tranquilo y con poco, pues de lo poco, bien se sabe, nunca falta”.
Saludos y hasta otro año,
