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JIMENA: Ni el amor por los animales.

María Dolores, aquí la tienes.

Por cierto, doña Marta, cualquier escribano echa un borrón ¿verdad?

pues la escribana no fui yo, sino mi hermana.
(en Pamplona me llamaban Marta)
Un saludo.
Y gracias por el vídeo del Bolero, me emocioné mucho.

¡Lo que enseñan los palomos amiga, no te lo puedes ni figurar!

Palomero no te entiendo!
puedes aclararme que quieres decir?

El tratar con ellos y con aquellos que les entusiasma esta aficción me ha llevado a ver infinidad de videos, para conocerlos mas, la raza, la pluma, el pico, el ojo, la pata, la roseta, la forma de la cabeza, la cola en vuelo, etc., enfin un sinfin de cuariosidades que tienen estos animalitos, eso ha hecho que yo mire mis ejemplares y me haya puesto a practicar con ellos ¿como? haciéndole videos para ver sus defectos y sus virtudes y tengo de todo, por eso me dije, también se lo puedo hacer a "Las Chicas del Bolero" y "como no, si viene la Virgen", ¡Zas! video al canto, con un fallo tremendo, me sobraban 10 segundos y no tuve la paciencia de dejar pasar a la Virgen, la hubiesemos visto de espaldas con ese majestuoso manto, cosas de aprendices, el próximo será mas perfecto y si me toca el 11-11-del 11 con los 11 millones de € compraré un "maquinón" y a vivir la vida haciendo vídeos.

fijate Palo, cuando le debes a tus palomos. asombroso como te motivan estos animalitos.
Un saludo.

¡Qué linda...! No se puede negar la presencia religiosa que existía en las escuelas de antaño.

Ni el amor por los animales.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Ahí has estado fino, si señor. De hecho aún te dura, no? Ja, ja.

Un saludo
Bueno, a mi particularmente nunca me agradó "cuidar animales", ¡ojo, eso no quiere decir que no me agraden o no me importe en qué condiciones vivan!, pero sinceramente, esa "presencia" nunca dejó huellas en mí. De los únicos animales que recuerdo "cuidé", fueron los benditos gusanos de seda; fué como una "moda" que todas las niñas tuviéramos cajas llenas de gusanos, para los cuales teníamos que ir al paseo a buscar su alimento. A mi sólo me encantaba cuando se envolvían en su capullo de seda, ¡Qué ... (ver texto completo)