“LA BOTELLA PERDIDA”
Tienes razón, Mariano
una desapareció
y la otra no sé como
pero también se esfumó.
Seguro que fueron
a parar a buenas manos
pues todos los que allí estábamos
somos buenos” cristianos”.
Reconozco que era
mucha la tentación
pues el “continente “
y el “ contenido”
causaron admiración.
Es un recuerdo bonito
ese hermoso “continente”
y el liquido “contenido”
no era nada corriente.
Hecho a conciencia
por esas, tus dos manos,
con toda la sabiduría
que tiene el amigo Mariano.
Para el año que viene
prometo estar más despierto
y así podré probar
tu rico y sabroso ungüento.
También hago firme promesa
de tener menos conversación
y acercarme más a la mesa
que se apega más al riñón.
saludos
Angel Jimenez Tirado
30-08-2011
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