Hola amig@s: espero les agrade el poema que con muchísimo amor le he dedicado a nuestro querido pueblo, ahí lo tienen:
“AVES MENSAJERAS”
Desde el Caribe te canto
¡Jimena del alma mía!
prendida en la serranía
de la altiva y bella Mágina;
escenario de la página
en la aurora de mi vida
eterna musa querida…,
¡tierra andaluza y mágica!.
Turpiales y paraulatas
surcan felices el cielo,
van trinando mi… ¡Te quiero!
con sabor venezolano;
y en sus alas va mi mano
entretejiendo la brisa,
dibujando la sonrisa
de este pueblo que es hermano.
Con éllas te hago llegar
el intenso olor de su estero,
¡mézclalo con tu romero
en armonía de fragancias!;
yo esperaré aquí…, con ansias
su retorno en feliz vuelo
y mientras tanto te ruego:
¡háblales de mi infancia…!
Cuéntales que yo nací
en tu calle El Cerrillo,
que en ese pueblo sencillo
descubrí mi adolescencia;
guardando mi mejor vivencia
de aquella etapa de mi vida,
cual rica joya prendida
en el arca de mi querencia.
Déjalas que revoloteen
en tus callejuelas y pinares,
que jueguen en tus olivares
y en tus almendros en flor;
trayéndome luego el olor
que en mi memoria perdura,
brindando a mi alma dulzura
y dicha a mi corazón.
Puede ser que ya sedientas
beban de tus Siete Caños,
¡cómo recuerdo los años
cuando de tus aguas bebí!;
hoy…, muy lejos de ti…
aún escucho el murmullo
y evocando el suave arrullo
mi nostalgia…no tiene fin.
Invítalas a disfrutar
del olor de tus vergeles;
patios que huelen a claveles,
a geranios, rosas y jazmín;
y el nunca olvidado pitiminí,
flor que marcó mi niñez,
recordándome el ayer
que por siempre vive en mí.
Siendo aves agradecidas
ofrendas de amor te dejarán;
en su trinar entonarán
bella música de su país…,
arpegios suaves de un violín
que canta a la Cordillera Andina
y entre brumas y neblina
su frailejón…, se deja sentir.
Y también te harán oir
el sonido de sus aguas…,
Salto Ángel…, cataratas…,
el gran Orinoco y Caroní;
bravos ríos que en su fluir
serpentean la Gran Canaima,
siendo de Guayana el alma
y remanso del Tepuy.
Podrás mirar en sus ojos
el paisaje de su llano:
suelo inmenso venezolano
donde florece el aragüaney,
que junto al rojo merey,
palmasola y morichales,
adornan los manantiales
y brindan sombra al jagüey.
Destellos de sol tropical
coronarán a tu Virgen morena;
y en oración sentida y serena
las aves le cantarán mi súplica:
“ ¡cúbreme Patrona con Tu túnica
y a mi familia…hazla feliz…!,
permíteme volver a Ti…
y besar Tu imagen única!
En tu cielo azul serrano
filigranas al volar tejerán…;
mensajes de amor escribirán
de esta jimenata golondrina,
que en la distancia se inclina
ante el dolor de la ausencia,
albergando en sí tu querencia
sagrada y fuerte como la encina.
Y a modo de despedida
te ofrecerán un concierto:
¡bordones del arpa al viento…,
maracas, cuatro y bandola…!;
viajó también la soisola,
la guacharaca y el arrendajo,
que desde el llano adentro te trajo
mi amor de hoy…, y de otrora…
Autora: Ana Cruz García
Fecha: julio 2.011
“AVES MENSAJERAS”
Desde el Caribe te canto
¡Jimena del alma mía!
prendida en la serranía
de la altiva y bella Mágina;
escenario de la página
en la aurora de mi vida
eterna musa querida…,
¡tierra andaluza y mágica!.
Turpiales y paraulatas
surcan felices el cielo,
van trinando mi… ¡Te quiero!
con sabor venezolano;
y en sus alas va mi mano
entretejiendo la brisa,
dibujando la sonrisa
de este pueblo que es hermano.
Con éllas te hago llegar
el intenso olor de su estero,
¡mézclalo con tu romero
en armonía de fragancias!;
yo esperaré aquí…, con ansias
su retorno en feliz vuelo
y mientras tanto te ruego:
¡háblales de mi infancia…!
Cuéntales que yo nací
en tu calle El Cerrillo,
que en ese pueblo sencillo
descubrí mi adolescencia;
guardando mi mejor vivencia
de aquella etapa de mi vida,
cual rica joya prendida
en el arca de mi querencia.
Déjalas que revoloteen
en tus callejuelas y pinares,
que jueguen en tus olivares
y en tus almendros en flor;
trayéndome luego el olor
que en mi memoria perdura,
brindando a mi alma dulzura
y dicha a mi corazón.
Puede ser que ya sedientas
beban de tus Siete Caños,
¡cómo recuerdo los años
cuando de tus aguas bebí!;
hoy…, muy lejos de ti…
aún escucho el murmullo
y evocando el suave arrullo
mi nostalgia…no tiene fin.
Invítalas a disfrutar
del olor de tus vergeles;
patios que huelen a claveles,
a geranios, rosas y jazmín;
y el nunca olvidado pitiminí,
flor que marcó mi niñez,
recordándome el ayer
que por siempre vive en mí.
Siendo aves agradecidas
ofrendas de amor te dejarán;
en su trinar entonarán
bella música de su país…,
arpegios suaves de un violín
que canta a la Cordillera Andina
y entre brumas y neblina
su frailejón…, se deja sentir.
Y también te harán oir
el sonido de sus aguas…,
Salto Ángel…, cataratas…,
el gran Orinoco y Caroní;
bravos ríos que en su fluir
serpentean la Gran Canaima,
siendo de Guayana el alma
y remanso del Tepuy.
Podrás mirar en sus ojos
el paisaje de su llano:
suelo inmenso venezolano
donde florece el aragüaney,
que junto al rojo merey,
palmasola y morichales,
adornan los manantiales
y brindan sombra al jagüey.
Destellos de sol tropical
coronarán a tu Virgen morena;
y en oración sentida y serena
las aves le cantarán mi súplica:
“ ¡cúbreme Patrona con Tu túnica
y a mi familia…hazla feliz…!,
permíteme volver a Ti…
y besar Tu imagen única!
En tu cielo azul serrano
filigranas al volar tejerán…;
mensajes de amor escribirán
de esta jimenata golondrina,
que en la distancia se inclina
ante el dolor de la ausencia,
albergando en sí tu querencia
sagrada y fuerte como la encina.
Y a modo de despedida
te ofrecerán un concierto:
¡bordones del arpa al viento…,
maracas, cuatro y bandola…!;
viajó también la soisola,
la guacharaca y el arrendajo,
que desde el llano adentro te trajo
mi amor de hoy…, y de otrora…
Autora: Ana Cruz García
Fecha: julio 2.011
un poema precioso, un saludo
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