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JIMENA: "... Fue en la víspera del 20 de Enero de 1637 cuando...

"... Fue en la víspera del 20 de Enero de 1637 cuando llegó el lienzo a la localidad de Cabra. Curiosamente en esta localidad la denominación más común es la primera (Cristo de Burgos), y nunca han hecho distinción entre la copia de Cabra y el original de la ciudad castellana. A partir de aquí se siguió extendiendo la devoción por toda Andalucía, llegando entonces a adoptar el nombre de “Cristo de Cabrilla” que es como se le reconoce aquí en Málaga, a diferencia de localidades como Sevilla y Granada que se les reconoce como Cristo de Burgos y Cristo de San Agustín respectivamente. Igualmente, en toda la documentación oficial de Cabra, siempre, se le denominó como Santo Cristo de Burgos. La advocación de Cristo de Cabrilla, mucho más localista, sí tuvo antaño un fuerte arraigo en el ámbito rural, popular y cofradiero, tanto en Cabra, como fuera, por la gran incidencia que tuvo su devoción en estos sectores...."
Hasta aquí la exposición por Mariano, concienzuda y documentada, por lo que creemos que es, o puede ser la históricamente correcta.
Pero he aquí que también aparece la leyenda urbana, los auténticos "cabrileros" hacen correr por mentideros y corrillos su historia del "Lienzo del Cristo de Burgos", estabamos en la Misa, cuando veo que Luisa se pone muy atenta a las explicaciones que le estaba dando una señora mayor de como había llegado el lienzo a Cabrilla, le estaba contando:
"Un arriero en un arcón llegó a la posá del pueblo, se paró a cenar y dormir, dejó el arcón que traia cargado en una borrica en el suelo y, mira por donde, una empleada de la limpieza (no le aclaró que es lo que limpiaban entonces en la posá, si el cuerpo o el alma) que padecía de una dolencia en un brazo (algo parecido a una artritis aguda con deformación) apoyó el codo en el cofre, y, maravillada vió como su brazo había sanado, empezó a correrse la voz y la gente apareció por la posá.
A la mañana siguiente el arriero cargó el arcón a lomos de la borrica que llevaba y enfiló calle arriba, ésta pasaba por la puerta de la cárcel, de pronto, algo raro ocurre, la borrica en la puerta de la cárcel se para, no había nadie que le hiciera andar.
Como era día de San Sebastián, en honor a este Santo, por privilegio anual, tenían por costumbre conmutar la pena a un preso, de tal forma que uno salió de la cárcel y se dirigió a la borrica a la que beso en la cabeza, ésta inmediantamente echó a andar.
Pero en llegando al lugar de la foto, el arriero quería que siguiera en la dirección que se ve venir la procesión, de tal forma que siguiendo por ese rumbo hacia la posición que yo estoy para hacer la foto, se hubieran salido a las afueras del pueblo en dirección Guadix, lugar de destino del encargo, pero he aquí el acontecimiento, soportando todo tipo de palos e improperios del arriero, la borrica se negó a dar un paso, tan obligada se vió que al final reventó, se le salieron "las tripas", la descargaron y pusieron el lienzo en la "hornacina" (lugar que aparece alumbrado en la foto), una vez colocado el lienzo en dicho lugar, (de aquí la parada de la procesión en este sitio) la borrica se levantó por su propio pie y desapareció, nunca mas se supo de ella.
Corrió de boca en boca el milagro, pues eran muchos los presentes, de tal forma que el obispo de Jaén concedió el privilegio de que el "Santo Cristo de Burgos" se quedase, de por vida, para su culto y devoción en Cabrilla".
Como última confesión de esta señora quede, que la procesión siempre tiene que seguir el mismo itinerario, en muy pocas ocasiones se ha salido de él, y siempre ha ocurrido alguna desgracia muy grande".
Es la narración de una señora mayor, nativa del pueblo, ni ponemos ni quitamos nada, que cada uno saque sus conjeturas, pero lo que si es verdad, es que aún existe gente que cree en las tradiciones, el relato, mientas lo hizo, se le veía incluso emocionada.
Yo por mi sordera me he tenido que apoyar en Luisa, que me lo iba repitiendo, frase a frase, para que fuese tomando notas.
Así lo hemos vivido y así lo contamos.