El estado de las autonomías ha derivado en 17 cacicatos autonòmicos, caros, inútiles, inservibles, y por supuesto, corruptos. Secillamente, no podemos costearlos. En muchos aspectos este estado ha ido mucho más lejos de lo que preveía la constitución y ha dado lugar a que los ciudadanos españoles no tengamos los mismos derechos en cualquier parte del estado español, como la propia constiución establece en su título VIII.