Hola Rafi, comparto tu opinión sobre lo bonito de las serenatas, y permíteme felicitarlo por mantener ese gesto tan romántico, lo que demuestra que esa faceta "rosada del amor", no tiene por qué morir entre las parejas, aunque, como dice la canción:... "nos vayamos poniendo viejos...". Yo no tengo ninguna anécdota sobre este tema, durante el tiempo que viví en Jimena, pues nadie, ni siquiera el chico que para aquella bella época, me hacía sentir "mariposas", me llevaron serenatas, claro, es que éramos muy "chiquitillos" todavía. De mi vida en Guanare, Venezuela, sí que tengo una, por cierto bastante "accidentada". Un beso
¡Arre, arre, que burros eran entonces los "niños"! Por cierto ahora que me lo recordais no me acuerdo de haber participado nunca en unas "serenatas" y presumo de tener buena memoría y además vengo de una familia de "músicos" muy dados a esos eventos, quizás siempre me ha gustado mas el "baile" que el "cante".