Cosas de Mi Pueblo.
Hoy quiero compartir con vosotros y trasladarme a una mañana de Mayo del aquel año que hoy recuerdo cuando se hacían Majestuosos Altares en algunas calles de Nuestro querido Pueblo.
Días de aromas y hermandad, luz y coloridos, como era posible que esto ocurriera, si no era por la tolerancia y generosidad de sus gentes,
Esta claro que era un Pueblo más de aquellas dos Españas como se ha podido comprobar con la llegada de la Democracia, un pueblo plural políticamente, pero esto no restaba un solo esfuerzo cuando se trataba de colaborar para hacer algo tan bonito como aquellos Altares.
Ni un solo vecino o vecina de aquellas calles quedaba al margen de colaborar de la forma o manera que pudiera, dando su tiempo libre, su sabana blanca, sus flores si las tenía, sus jarrones o cualquier otra cosa que embelleciese el Altar de su calle, pues como todos los actos en los que la participación es colectiva y que sin querer tenían un punto de competitividad.
Recuerdo como al punto de la mañana salían las cuadrillas de mocicas y algún mocico, aunque de estos menos, pues el que mas y el que menos se había tenido que ir al campo, a la obra, a las olivas a la huerta por una espuerta de raíces a darle careo a los animales o cualquier otra faena para poder seguir subsistiendo, los lujos no eran algo habitual en aquellos años, salvo para aquellas familias pudientes que como en cualquier Pueblo de Andalucía había y que me merecen todos mis respetos, pues de algunas de ellas Mi familia tenia un jornal fijo y esto desde la lejanía lo considero algo importante.
Que Ejemplo de participación y buena vecindad a pesar de que había una buen dosis Clerical pero esto no restaba ni un ápice de motivación para todo el que quería colaborad.
Recuerdo aquella tarde cuando llegaba la hora, del rosario la Salve o la Misa esto no lo recuerdo bien al atardecer en la Calle Bella donde vivían mis abuelos al lado de la casa del Mastriche enfrente del callejón del Notario algunos vecinos mas cercanos como Mi tia Isabel la Mujer de Mi Tío Andrés Rasca su hija mi Chacha Ana María, y su hija Maria, Los Barbillas La Mujer de chicorrote La chacha Paca del Tío Antonio Maleno Mi abuela Catalina, la Paca de Antonio el hombre y sus dos hijas Mis Titas Ana María y Ángeles la Chacha Juana la Valleja era un ir y venir de vecinos pa riba pa bajo, al pilar por agua para las flores, nervios encendido de velas incluso alguna bombilla con papel de color todo blanco lleno de flores y esa Imagen en el centro aquello era ¿……….? No me atrevo a ponerle el adjetivo calificativo lo dejo para que vosotros le pongáis cada uno el vuestro.
Como venían las mocicas arregladas guapísimas unas con su novio, otras con sus amigas pues el novio todavía no había soltado y primero es la obligación antes que la devoción, muchachos y muchachas adolescentes que aprovechaban el acontecimiento para poder cruzar alguna palabra con esa muchacha que te gustaba y si sus Padres no estaban cerca, poder estar a su lado algunos minutos y a lo mejor, alguno pudo cogerle un momento la mano para dejarle claro que te gustaba.
Niños y Niñas de un lado para otro, nuestros mayores Ellas casi todas enlutadas guardando el luto por el último familiar fallecido, incluso si era reciente con aquel pañuelo negro que tantos años les echaba encima, entonces si se guardaba el luto, como han cambiado los tiempos.
Algunos coincidiréis conmigo que somos un Pueblo con un sabor especia como dice un sevillana.
Aquí cierro aquella tarde de Mayo que esta en mi recuerdo.
M. Nieto de M. Rasca
Hoy quiero compartir con vosotros y trasladarme a una mañana de Mayo del aquel año que hoy recuerdo cuando se hacían Majestuosos Altares en algunas calles de Nuestro querido Pueblo.
Días de aromas y hermandad, luz y coloridos, como era posible que esto ocurriera, si no era por la tolerancia y generosidad de sus gentes,
Esta claro que era un Pueblo más de aquellas dos Españas como se ha podido comprobar con la llegada de la Democracia, un pueblo plural políticamente, pero esto no restaba un solo esfuerzo cuando se trataba de colaborar para hacer algo tan bonito como aquellos Altares.
Ni un solo vecino o vecina de aquellas calles quedaba al margen de colaborar de la forma o manera que pudiera, dando su tiempo libre, su sabana blanca, sus flores si las tenía, sus jarrones o cualquier otra cosa que embelleciese el Altar de su calle, pues como todos los actos en los que la participación es colectiva y que sin querer tenían un punto de competitividad.
Recuerdo como al punto de la mañana salían las cuadrillas de mocicas y algún mocico, aunque de estos menos, pues el que mas y el que menos se había tenido que ir al campo, a la obra, a las olivas a la huerta por una espuerta de raíces a darle careo a los animales o cualquier otra faena para poder seguir subsistiendo, los lujos no eran algo habitual en aquellos años, salvo para aquellas familias pudientes que como en cualquier Pueblo de Andalucía había y que me merecen todos mis respetos, pues de algunas de ellas Mi familia tenia un jornal fijo y esto desde la lejanía lo considero algo importante.
Que Ejemplo de participación y buena vecindad a pesar de que había una buen dosis Clerical pero esto no restaba ni un ápice de motivación para todo el que quería colaborad.
Recuerdo aquella tarde cuando llegaba la hora, del rosario la Salve o la Misa esto no lo recuerdo bien al atardecer en la Calle Bella donde vivían mis abuelos al lado de la casa del Mastriche enfrente del callejón del Notario algunos vecinos mas cercanos como Mi tia Isabel la Mujer de Mi Tío Andrés Rasca su hija mi Chacha Ana María, y su hija Maria, Los Barbillas La Mujer de chicorrote La chacha Paca del Tío Antonio Maleno Mi abuela Catalina, la Paca de Antonio el hombre y sus dos hijas Mis Titas Ana María y Ángeles la Chacha Juana la Valleja era un ir y venir de vecinos pa riba pa bajo, al pilar por agua para las flores, nervios encendido de velas incluso alguna bombilla con papel de color todo blanco lleno de flores y esa Imagen en el centro aquello era ¿……….? No me atrevo a ponerle el adjetivo calificativo lo dejo para que vosotros le pongáis cada uno el vuestro.
Como venían las mocicas arregladas guapísimas unas con su novio, otras con sus amigas pues el novio todavía no había soltado y primero es la obligación antes que la devoción, muchachos y muchachas adolescentes que aprovechaban el acontecimiento para poder cruzar alguna palabra con esa muchacha que te gustaba y si sus Padres no estaban cerca, poder estar a su lado algunos minutos y a lo mejor, alguno pudo cogerle un momento la mano para dejarle claro que te gustaba.
Niños y Niñas de un lado para otro, nuestros mayores Ellas casi todas enlutadas guardando el luto por el último familiar fallecido, incluso si era reciente con aquel pañuelo negro que tantos años les echaba encima, entonces si se guardaba el luto, como han cambiado los tiempos.
Algunos coincidiréis conmigo que somos un Pueblo con un sabor especia como dice un sevillana.
Aquí cierro aquella tarde de Mayo que esta en mi recuerdo.
M. Nieto de M. Rasca