Inmigrantes en su tierra y Emigrantes en otras.
Con aquel Ave María Purísima comenzaba un día de aquellos años 60 en mi querida Escuela debajo del arco con los balcones a la plaza, que buenos coscorrones nos ganábamos por mirar.
Hoy a primera hora tenemos lección de Lengua Española, que bien suena, ahora que todo el mundo evita la palabra, al menos a Mi a si me parece.
Y la misma pregunta de todos los días ¿Me habré estudiado bien la lección? seguro que D. Mariano me pregunta lo que no se me mete en la cabeza, mas bien lo que menos me he estudiado.
Bueno parece que hemos tenido un poco de suerte me ha preguntado lo que me sabia sin embargo a Mi amigo…. No ha tenido tanta suerte que le vamos hacer, otro día será a revés.
Lo mejor de la mañana el RECREO, a ver si hay suerte y pasa alguna muchacha de la Escuela de Doña Aniceta o Doña Pepita de las que empiezan a gustarnos, a mi amigo le gusta una que también le gusta a otro y tienen un pique, que esperamos no llegue a las manos, imaginación tenemos a raudales y eso que la tele acababa de llegar a nuestro Pueblo, la primera a la casa de Don Miguel Torres el Maestro y todavía no podía influirnos mucho, da la impresión hoy desde la lejanía que éramos felices y con que poquito.
Entretanto cada pandilla aprovecha el momento para jugar aquellos juegos: Unos juegan a los santos, otros a las bolas, hay unos pocos que se van a saltar al Idén, algunos están hablando de los cuentos del Capitán Trueno, El Jabato, que si me han comprado el ultimo, que te cambio el numero tal por el numero cual, lo dejan para cuando salgamos de la Escuela, en fin creo que no necesitábamos consolas ni escalestris ni coches teledirigidos con aquellos juegos de participación, imaginación, que te permitían compartir e intercambiar cosas, creo que ahora se echan en falta.
A pasado la mañana y nos disponemos a volver a casa y otra vez nos hacemos otra pregunta. ¿Que habrá para comer hoy, a ver si lo adivinamos y empieza nuestra imaginación que no tienen limite a dar vueltas, quizá cocido con tocino de verdeo o garbanzos con panecillos y si ha hecho mi madre talarines que hoy vine mi Padre a comer a casa, he visto que no se ha llevado capacha, bueno esperemos no sean lentejas que como dice el refrán el que quiere las come y el que no las deja.
Continuara…….
M. Nieto de M. Rasca
Con aquel Ave María Purísima comenzaba un día de aquellos años 60 en mi querida Escuela debajo del arco con los balcones a la plaza, que buenos coscorrones nos ganábamos por mirar.
Hoy a primera hora tenemos lección de Lengua Española, que bien suena, ahora que todo el mundo evita la palabra, al menos a Mi a si me parece.
Y la misma pregunta de todos los días ¿Me habré estudiado bien la lección? seguro que D. Mariano me pregunta lo que no se me mete en la cabeza, mas bien lo que menos me he estudiado.
Bueno parece que hemos tenido un poco de suerte me ha preguntado lo que me sabia sin embargo a Mi amigo…. No ha tenido tanta suerte que le vamos hacer, otro día será a revés.
Lo mejor de la mañana el RECREO, a ver si hay suerte y pasa alguna muchacha de la Escuela de Doña Aniceta o Doña Pepita de las que empiezan a gustarnos, a mi amigo le gusta una que también le gusta a otro y tienen un pique, que esperamos no llegue a las manos, imaginación tenemos a raudales y eso que la tele acababa de llegar a nuestro Pueblo, la primera a la casa de Don Miguel Torres el Maestro y todavía no podía influirnos mucho, da la impresión hoy desde la lejanía que éramos felices y con que poquito.
Entretanto cada pandilla aprovecha el momento para jugar aquellos juegos: Unos juegan a los santos, otros a las bolas, hay unos pocos que se van a saltar al Idén, algunos están hablando de los cuentos del Capitán Trueno, El Jabato, que si me han comprado el ultimo, que te cambio el numero tal por el numero cual, lo dejan para cuando salgamos de la Escuela, en fin creo que no necesitábamos consolas ni escalestris ni coches teledirigidos con aquellos juegos de participación, imaginación, que te permitían compartir e intercambiar cosas, creo que ahora se echan en falta.
A pasado la mañana y nos disponemos a volver a casa y otra vez nos hacemos otra pregunta. ¿Que habrá para comer hoy, a ver si lo adivinamos y empieza nuestra imaginación que no tienen limite a dar vueltas, quizá cocido con tocino de verdeo o garbanzos con panecillos y si ha hecho mi madre talarines que hoy vine mi Padre a comer a casa, he visto que no se ha llevado capacha, bueno esperemos no sean lentejas que como dice el refrán el que quiere las come y el que no las deja.
Continuara…….
M. Nieto de M. Rasca