Creo que cuando me adelanté a poner los nombres sin que saliera la fotografía cometí un error, son: Catalina, Juana-Ramona y Juana-María (y no Ana-María) Viedma Espinosa. Cosa graciosa, a la de enmedio todavía le que quedaban por vivir diecisiete años mas y además sin ninguna enfermedad y en su sano juicio, por cierto el día que se enterró que fué el día de San José a las 9 de la mañana, ¡llovía a mares!, según los oráculos griegos, cuando se enterraba a una persona con esa edad y en esas circunstancias, se estaba sembrando vida y bondad perpétuas.
Siempre me acordaré de ella porque en tiempos de gran crisis para los niños, nunca me negó alguna pesetilla a cambio de un beso, ella lo hacía con cariño, pero yo ya me vendía caro.
Siempre me acordaré de ella porque en tiempos de gran crisis para los niños, nunca me negó alguna pesetilla a cambio de un beso, ella lo hacía con cariño, pero yo ya me vendía caro.