Un juez sostiene que la violencia de género no existe en los noviazgos entre adolescentes
Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto ABC | SANTANDER Publicado Viernes, 20-11-09 a las 03: 56
La Audiencia de Cantabria ha absuelto de un delito de violencia de género a un joven que amenazó y persiguió a su ex novia para que volviera con él, porque considera que un «enamoramiento propio de adolescentes», sin proyecto de futuro, no puede equipararse a la relación de pareja que exige el Código Penal. La sección tercera de la Audiencia confirma así la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que condenaba a J. M. G. L. a pagar una multa de 60 euros por una falta de amenazas y coacciones de carácter leve y le prohibía acercarse a la chica, menor de edad, durante seis meses, pero le absolvía del delito de violencia de género que también se le imputaba.
En esa sentencia se relata que, con el fin de reanudar su relación, el joven trató de presionar a la chica de diversas formas: llamándola insistentemente a diario a su teléfono móvil, presentándose en el centro donde estudiaba dibujo, dando gritos y golpes en la puerta, y llamando a sus amigos y conocidos en tono intimidatorio, informa Efe. Además se acercó a las inmediaciones del domicilio de la chica y la abordó, diciéndole a gritos que «se iba a enterar»y que «con quien había estado», al mismo tiempo que le arrebató el móvil. Como no atendió a sus requerimientos, llegó a tirarse por el suelo y a arrastrarse por la calzada.
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La Audiencia de Cantabria ha absuelto de un delito de violencia de género a un joven que amenazó y persiguió a su ex novia para que volviera con él, porque considera que un «enamoramiento propio de adolescentes», sin proyecto de futuro, no puede equipararse a la relación de pareja que exige el Código Penal. La sección tercera de la Audiencia confirma así la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, que condenaba a J. M. G. L. a pagar una multa de 60 euros por una falta de amenazas y coacciones de carácter leve y le prohibía acercarse a la chica, menor de edad, durante seis meses, pero le absolvía del delito de violencia de género que también se le imputaba.
En esa sentencia se relata que, con el fin de reanudar su relación, el joven trató de presionar a la chica de diversas formas: llamándola insistentemente a diario a su teléfono móvil, presentándose en el centro donde estudiaba dibujo, dando gritos y golpes en la puerta, y llamando a sus amigos y conocidos en tono intimidatorio, informa Efe. Además se acercó a las inmediaciones del domicilio de la chica y la abordó, diciéndole a gritos que «se iba a enterar»y que «con quien había estado», al mismo tiempo que le arrebató el móvil. Como no atendió a sus requerimientos, llegó a tirarse por el suelo y a arrastrarse por la calzada.
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