... saludos Jeromo; estas fiestas nos fuimos de viaje y no nos vimos; me hubiese gustado. Mi comentario va en relación a que los niños, en aquellos años, o éramos monagos, o te apuntabas a la O. J. E., o te ibas a los "escurrizones" a que tu madre té templara a la vuelta por el desastroso estado de rodillas, codos y pantalones, cuyo destrozo, era ló más grave; digo, con ésto que no hay que sacarle más piés al gato después de cincuenta años...! ojalá en Santander hubiese encontrado alguna actividad que no fuese pasar el dia en la calle, viendo pasar los coches y el tiempo... y, ocasionalmente, algún tebeo que llevarte a la boca.