Pues eso no hay que olvidarlo, al menos para no repetirlo. Viajando por los pueblecitos de Francia, de ... Ves que no olvidan sus costumbres antiguas, y hacen museos etnográficos, donde muestran su pasado, las formas de vida antigua. Ahora bien que se preocupan del buen gusto, de las cosas buenas, de las comidas típicas (alta cocina la llaman), del encanto de sus calles y casas, de todo lo digno de conservar de los antiguos. Y eso si, con la cara por delante mirando al progreso, mejorando las condiciones de vida de las gentes.
