NOTICIAS Septiembre 2004
Sobrino (Bilbao, 1938 ), el único jesuita español sobreviviente de la matanza de la Universidad Católica salvadoreña -donde en 1989 fue asesinado el también vasco Ignacio Ellacuría y otras siete personas a manos de los mismos que mataron al obispo óscar Romero: militares a sueldo de empresarios y políticos, según acaba de dictaminar una justicia tardía-, se repone de una grave enfermedad y no ha viajado a Madrid. Su ponencia, titulada Espiritualidad del seguimiento de Jesús desde la opción por los pobres: humanizar la humanidad, fue leída por Casiano Floristán, profesor emérito de la Pontificia de Salamanca, y ahondó en un clamor de los congresistas cristianos, en su inmensa mayoría católicos: que la Iglesia "tiene que hacer una opción no sólo a dar a los pobres, sino también a recibir de los pobres. "Si lo primero no es evidente, lo segundo es todo menos evidente", subrayó Sobrino.
Sobrino (Bilbao, 1938 ), el único jesuita español sobreviviente de la matanza de la Universidad Católica salvadoreña -donde en 1989 fue asesinado el también vasco Ignacio Ellacuría y otras siete personas a manos de los mismos que mataron al obispo óscar Romero: militares a sueldo de empresarios y políticos, según acaba de dictaminar una justicia tardía-, se repone de una grave enfermedad y no ha viajado a Madrid. Su ponencia, titulada Espiritualidad del seguimiento de Jesús desde la opción por los pobres: humanizar la humanidad, fue leída por Casiano Floristán, profesor emérito de la Pontificia de Salamanca, y ahondó en un clamor de los congresistas cristianos, en su inmensa mayoría católicos: que la Iglesia "tiene que hacer una opción no sólo a dar a los pobres, sino también a recibir de los pobres. "Si lo primero no es evidente, lo segundo es todo menos evidente", subrayó Sobrino.