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FRAILES: De lo que le impidió al porquerillo del Paerón sentirse...

De lo que le impidió al porquerillo del Paerón sentirse James Bond
Como ya sabéis, por mi trabajo he viajado mucho, y a tan diversos lugares, que me ha pasado de todo lo que podáis imaginar. Hoy os voy a contar vivencias de los últimos que hice allá por el 2004 a la selva Colombiana y que empezaban así:
Llegas al trabajo te preparan una orden de viaje, un billete de avión anticipo en metálico y te dan las instrucciones especiales a seguir, por el temor de que la guerrilla Colombiana te pueda secuestrar. Te subes a ese avión y al momento de estar en el, empiezas a sentirte un privilegiado.
Las once horas que dura el vuelo de Madrid a Bogotá, te las pasas maldiciendo, las maldades de este mundo y su desigualdad. Cuando te cuentan los dramas, que la mitad del pasaje, a su regreso a casa van a tener que afrontar. Me contaban que había una especie de mafia que les adelantaba el billete, a unos intereses tan grandes, que para poderle hacer frente, la familia entera se tenía que empeñar. Y ahora, al devolverlos de España, sin haberlos dejado entrar, ninguno podría pagar y así todo el viaje llorando, las once horas sin parar. No puedes evitar el maldecir a los culpables de tantas ilusiones rotas, ni de sentir la impotencia de no poder hacer na.
Así cuando luego te subías al helicóptero que al pie de pista, solo a ti te esperaba, como en las películas a James Bond, Aunque después en el trayecto del aeropuerto a la obra, como el personaje en sus películas, en las dos horas que duraba, tuviéramos más de un percance, en la realidad y por las balas, que la guerrilla nos enviaba, que más de una cerca paso, No podía yo olvidar lo vivido con aquellas gentes, ni darle importancia alguna a lo que a mí me sucedía, que restara la verdadera importancia que aquellos dramas tenían. Y es esto lo que me impedía disfrutar, unas de las pocas veces, que por su entorno y emoción, los viajes eran de algún parecido a la ficción
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