Soy de sangre mitad y mitad de Alcaudete y del Castillo. Mi abuelo era del Castillo pero yo no lo conoci. Solo se que se apellidaba La Haba. No boy a buscar mi raices al covo de setenta años, ya que mi sangre está rebuerta desde hace muchos años como la mayoría de los an daluces por toda España.
Hace bastantes años en uan de las beces que iba al pueblo, fuimos al nacimiento del río.Yo quedé impresionado de tanta belleza no solo yo si no mi mujer que es catalana y que una vez dentro de aquel caudar de agua cristalina como la madre naturaleza la puso como principal elemento de la vida. Me costó muco arrancarla de aquella maravilla. Despues de aquella experiencia cada año era el lugar que visitabamos primero, incluso llebandonos con nosotros a otras familias catalanas que lo mismo que nosotros experimentaban la misma sensación al ver aquella maravilla. El ultimo año que fuimos y que será el ultimo. Sufrimos una decección al ver que aquella maravilla ya no estava. Un pozo en cima del manantial se llevaba toda el agua dejando lo que antes era un paraiso en una balsa de ovas. Lo mismo a ocurrido en Alcaudete. La fuente amuña que el agua caía del techo de la cueba con un ruido relajante. Hoy solo hay un silencio porque el agua se la han llebado desde mas profundidad. ¿Meréce la pena perder nuestros paraisos por este desenfrerno descontrolado hacia ninguna parte? Un saludo a los que sufren impotentes este desastre.
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Hace bastantes años en uan de las beces que iba al pueblo, fuimos al nacimiento del río.Yo quedé impresionado de tanta belleza no solo yo si no mi mujer que es catalana y que una vez dentro de aquel caudar de agua cristalina como la madre naturaleza la puso como principal elemento de la vida. Me costó muco arrancarla de aquella maravilla. Despues de aquella experiencia cada año era el lugar que visitabamos primero, incluso llebandonos con nosotros a otras familias catalanas que lo mismo que nosotros experimentaban la misma sensación al ver aquella maravilla. El ultimo año que fuimos y que será el ultimo. Sufrimos una decección al ver que aquella maravilla ya no estava. Un pozo en cima del manantial se llevaba toda el agua dejando lo que antes era un paraiso en una balsa de ovas. Lo mismo a ocurrido en Alcaudete. La fuente amuña que el agua caía del techo de la cueba con un ruido relajante. Hoy solo hay un silencio porque el agua se la han llebado desde mas profundidad. ¿Meréce la pena perder nuestros paraisos por este desenfrerno descontrolado hacia ninguna parte? Un saludo a los que sufren impotentes este desastre.
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