Amigos de Santa Bárbara, ¡buenas tardes!
ANTONIO ESCUDERO: No sabía yo que tú eras un terrateniente más grande que yo. ¡Ni que fueras el duque de Medinasidonia!.
Ya sabes que sí, que yo siento todo lo que huela a Andévalo y Sierra. Dicen que a un perro le das a oler algo, lo mete en su memoria, y lo recuerda hasta que se muera. Pues algo parecido me pasa a mí. Tengo el olor de mi tierra de tal forma memorizado, que a pesar de los más de 40 años que llevo lejos de ella, la huelo a 1000 km. de distancia.
D. G. B.: Te aseguro que el año que viene, si vivo, no siembro tanto pimiento. Los tengo de varias clases. También sembré 10 matas de guindillas (bolillas picantes) y yo no he visto jamás tanta guindilla. Las tengo en botes con agua y vinagre y he dado a todo el que ha querido, y siguen dando. ¿Tú las has probado alguna vez con sardinas de la costa? Crudas no pican, pero medio fritas, no hay forma de meterle el diente.
Si puedo, quiero ir el mes que viene al Andévalo occidental como tú dices. A ver si podemos reunirnos con nuestro amigo Antonio y demás, y tomamos un vinito con sardinas asadas, que me encantan. Nos vendrá bien un rato de charla. Yo mudo no soy, eso te lo garantizo.
Referente a las poesías, no te preocupes si no te salen, todos no vamos a ser como Antonio. Seguro que eres un maestro en otras cosas.
Un abrazo para todos. Agur.
ANTONIO ESCUDERO: No sabía yo que tú eras un terrateniente más grande que yo. ¡Ni que fueras el duque de Medinasidonia!.
Ya sabes que sí, que yo siento todo lo que huela a Andévalo y Sierra. Dicen que a un perro le das a oler algo, lo mete en su memoria, y lo recuerda hasta que se muera. Pues algo parecido me pasa a mí. Tengo el olor de mi tierra de tal forma memorizado, que a pesar de los más de 40 años que llevo lejos de ella, la huelo a 1000 km. de distancia.
D. G. B.: Te aseguro que el año que viene, si vivo, no siembro tanto pimiento. Los tengo de varias clases. También sembré 10 matas de guindillas (bolillas picantes) y yo no he visto jamás tanta guindilla. Las tengo en botes con agua y vinagre y he dado a todo el que ha querido, y siguen dando. ¿Tú las has probado alguna vez con sardinas de la costa? Crudas no pican, pero medio fritas, no hay forma de meterle el diente.
Si puedo, quiero ir el mes que viene al Andévalo occidental como tú dices. A ver si podemos reunirnos con nuestro amigo Antonio y demás, y tomamos un vinito con sardinas asadas, que me encantan. Nos vendrá bien un rato de charla. Yo mudo no soy, eso te lo garantizo.
Referente a las poesías, no te preocupes si no te salen, todos no vamos a ser como Antonio. Seguro que eres un maestro en otras cosas.
Un abrazo para todos. Agur.
