Bonsoir, monsieures, dammes. (¿Porqué los franceses saludan primero a los señores y luego a las damas? Nadie, que yo sepa, los ha tildado de machistas.)
PACO: Eres único identificando a tus paisanos, pero te agradeceríamos que ampliaras tus comentarios.
XEMA CARRASCO: Hace tiempo que no apareces por el foro. ¿No habrás hecho mutis?
ANTONIO ESCUDERO: Gracias a ti, por esos elogios inmerecidos (al menos los hacia mí) que nos haces. Ya te decía en un comentario de la semana pasada, que nosotros, con los amigos, somos como Fuenteovejuna.
Si alguien está interesado en saber qué son ‘las pitaeras’, supongo que no tendrás ningún inconveniente en explicárselo, ¿verdad?. Ese ‘instrumento’ sirve para infinidad de canciones y estilos. A su imagen y semejanza hay uno que utilizan en las chirigotas de Cádiz.
Efectivamente; si un caballo baila en un jarnero, ha de ser muy bueno y estar muy bien domao y enseñao. Falta, naturalmente, su complemento: Un buen jinete.
Sabía, Antonio, lo del retorno en la radio, pero con un desfase de una palabra o dos, creía yo. Pero veo que pueden ser frases enteras. Ahora comprendo a los reporteros que se quitan el pinganillo. Yo hubo momentos que dejé de hablar porque oía mi propia voz y la de don Antonio. Para la próxima vez, si se da el caso, pondré a cero los altavoces mientras hablo.
Lo del caballo y su relincho, se está propagando como el distrito postal de Emigrao en el programa de Beny.
Quede claro para todos y todas que mi caballo baila en un jarnero, y que hasta ahora no me ha hecho ninguna jangá. Ya nos contarás lo del lépero.
Yo creía, amigo Antonio, que el fandango tenía su origen en las llamadas ‘fiestas del candil’, y que los cantes de estas fiestas empezaron a denominarse fandangos a principios del XVIII.
De entonces data el refrán: ‘La desgracia de una casa, una vieja y un candil. El candil, porque se apaga; la vieja, por reguñir’
En verdad, sea cual fuere el origen del fandango, la parafernalia de esas fiestas han perdurado hasta hace bien poco.
CASTILLEJA: Sabes (no recuerdo si lo he contado ya), ese tío, más cateto que los del triángulo rectángulo, que va a un burdel y le dice a la madame lo que va buscando.
“Aquí señor tenemos lo mejor de lo mejor. Todo a su gusto. Usted elija.” Dice la madame.
“Si, pero ¿cuánto me va a costar?” Insiste el hombre.
“Mire, eso depende también del tiempo…” Contesta la madame.
“Supongamos que está lloviendo”
Con catetos como este, no hacen falta hipotenusas.
MARÍA: Zufreña, y orgullosa de serlo. ¡Dí que sí! La Sierra y el Andévalo tienen sus pastos comunes, como El Cerro y Cabezas Rubias. Y si las comunicaciones no son todo lo buena que desearíamos (y que deberían ser), para eso estamos nosotros, para acercarnos un poquito más.
Un dato curioso: Entre La Sierra (3046 km2) y El Andévalo (2510 km2), representan el 54,35% de la provincia de Huelva (10.148 km2.)
Aun siendo los de mayor extensión, tenemos las peores comunicaciones y los más escasos servicios sanitarios. Pero ese es otro tema.
EMIGRAO: Esta mañana no os he podido acompañar en el chat de H. R. Me la he pasado arrancando tomateras y recogiendo toe r tinglao del riego por goteo. Lleva más tiempo desmontarlo que montarlo. Estoy partío por lo riñones. Como sigamos así, entre tus cervicales y mis riñones montamos un hospital.
SEVE: Dicen de Santillana del Mar, que es el pueblo de las tres mentiras: Ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Santander es una ciudad muy bonita. Cantabria en sí, es preciosa. Me alegro que os lo hayáis pasado bien. ¿Os acercasteis a Potes?
MARIA LUISA: Ya tienes una paisana en este foro. Según María, ya os conocíais bastante.
Cuéntanos: ¿Es cierta esa imagen estereotipada que en España tenemos de Méjico? Es decir, bailes, tequila, mariachis, etc.
Ocurrirá como con España con el flamenco, el taconeo y los toros. Cosas ciertas, pero desproporcionadas.
En la planta baja de esta casa, cuando era escuela, pasé 5 años de mi infancia y adolescencia, con un MAESTRO, duro y severo, pero extraordinario: Don BENJAMIN ALGEL PARDO. Era valenciano, de Cofrentes. Lloré su muerte más que la de un familiar. Algún día os contaré algunas vivencias mías con él.
Seve, Juan el Cano, que está en Hospitalet, puede dar fe de lo que aquí digo.
Me marcó para toda mi vida.
Un fuerte abrazo para todos, los citados y los por citar. Aurrevoire. Agur.
PACO: Eres único identificando a tus paisanos, pero te agradeceríamos que ampliaras tus comentarios.
XEMA CARRASCO: Hace tiempo que no apareces por el foro. ¿No habrás hecho mutis?
ANTONIO ESCUDERO: Gracias a ti, por esos elogios inmerecidos (al menos los hacia mí) que nos haces. Ya te decía en un comentario de la semana pasada, que nosotros, con los amigos, somos como Fuenteovejuna.
Si alguien está interesado en saber qué son ‘las pitaeras’, supongo que no tendrás ningún inconveniente en explicárselo, ¿verdad?. Ese ‘instrumento’ sirve para infinidad de canciones y estilos. A su imagen y semejanza hay uno que utilizan en las chirigotas de Cádiz.
Efectivamente; si un caballo baila en un jarnero, ha de ser muy bueno y estar muy bien domao y enseñao. Falta, naturalmente, su complemento: Un buen jinete.
Sabía, Antonio, lo del retorno en la radio, pero con un desfase de una palabra o dos, creía yo. Pero veo que pueden ser frases enteras. Ahora comprendo a los reporteros que se quitan el pinganillo. Yo hubo momentos que dejé de hablar porque oía mi propia voz y la de don Antonio. Para la próxima vez, si se da el caso, pondré a cero los altavoces mientras hablo.
Lo del caballo y su relincho, se está propagando como el distrito postal de Emigrao en el programa de Beny.
Quede claro para todos y todas que mi caballo baila en un jarnero, y que hasta ahora no me ha hecho ninguna jangá. Ya nos contarás lo del lépero.
Yo creía, amigo Antonio, que el fandango tenía su origen en las llamadas ‘fiestas del candil’, y que los cantes de estas fiestas empezaron a denominarse fandangos a principios del XVIII.
De entonces data el refrán: ‘La desgracia de una casa, una vieja y un candil. El candil, porque se apaga; la vieja, por reguñir’
En verdad, sea cual fuere el origen del fandango, la parafernalia de esas fiestas han perdurado hasta hace bien poco.
CASTILLEJA: Sabes (no recuerdo si lo he contado ya), ese tío, más cateto que los del triángulo rectángulo, que va a un burdel y le dice a la madame lo que va buscando.
“Aquí señor tenemos lo mejor de lo mejor. Todo a su gusto. Usted elija.” Dice la madame.
“Si, pero ¿cuánto me va a costar?” Insiste el hombre.
“Mire, eso depende también del tiempo…” Contesta la madame.
“Supongamos que está lloviendo”
Con catetos como este, no hacen falta hipotenusas.
MARÍA: Zufreña, y orgullosa de serlo. ¡Dí que sí! La Sierra y el Andévalo tienen sus pastos comunes, como El Cerro y Cabezas Rubias. Y si las comunicaciones no son todo lo buena que desearíamos (y que deberían ser), para eso estamos nosotros, para acercarnos un poquito más.
Un dato curioso: Entre La Sierra (3046 km2) y El Andévalo (2510 km2), representan el 54,35% de la provincia de Huelva (10.148 km2.)
Aun siendo los de mayor extensión, tenemos las peores comunicaciones y los más escasos servicios sanitarios. Pero ese es otro tema.
EMIGRAO: Esta mañana no os he podido acompañar en el chat de H. R. Me la he pasado arrancando tomateras y recogiendo toe r tinglao del riego por goteo. Lleva más tiempo desmontarlo que montarlo. Estoy partío por lo riñones. Como sigamos así, entre tus cervicales y mis riñones montamos un hospital.
SEVE: Dicen de Santillana del Mar, que es el pueblo de las tres mentiras: Ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Santander es una ciudad muy bonita. Cantabria en sí, es preciosa. Me alegro que os lo hayáis pasado bien. ¿Os acercasteis a Potes?
MARIA LUISA: Ya tienes una paisana en este foro. Según María, ya os conocíais bastante.
Cuéntanos: ¿Es cierta esa imagen estereotipada que en España tenemos de Méjico? Es decir, bailes, tequila, mariachis, etc.
Ocurrirá como con España con el flamenco, el taconeo y los toros. Cosas ciertas, pero desproporcionadas.
En la planta baja de esta casa, cuando era escuela, pasé 5 años de mi infancia y adolescencia, con un MAESTRO, duro y severo, pero extraordinario: Don BENJAMIN ALGEL PARDO. Era valenciano, de Cofrentes. Lloré su muerte más que la de un familiar. Algún día os contaré algunas vivencias mías con él.
Seve, Juan el Cano, que está en Hospitalet, puede dar fe de lo que aquí digo.
Me marcó para toda mi vida.
Un fuerte abrazo para todos, los citados y los por citar. Aurrevoire. Agur.
