El territorio donde se encuentra
Moguer fue un foco de atracción de población del interior y
pueblos del Mediterráneo oriental desde la
Antigüedad, según se desprende de los restos arqueológicos de origen neolítico, fenicio y
romano. Los primeros contactos con Roma debieron producirse entre los años 150 -114 a. C. Los hispanorromanos establecieron sus industrias de salazones a lo largo del mítico
río Urium o Tinto,
vía natural de comunicación y
comercio de las distintas culturas que lo utilizaron.