El sabor tradicional de los
pueblos, desgraciadamente se va perdiendo, no obstante las veces que he ido Catillejos, me ha parecido que todavía tiene su encanto. Creo que sería una buena cosa ir un día cualquiera alquilar un
caballo a un tal "
Cruz" , del que sé que tiene buenas bestias y darte un
paseo por la zona.