Maravillosa, para todos, los que somos, de esta
barrio, la
Iglesia de la Merced, cuantas cosas a visto, esta
fachada, desde los conciertos que daba la
banda municipal, los jueves, hasta la llegada de los hijos de españoles, que fueron llevados a Rusia y regresaron en el buque Siramis, y los
paseos de mi abuelo José, conmigo de la mano, para impregnarme, de la maravillosa
Huelva, a la que tanto añoro y me siento tan unido, por mi
familia, mis
amigos de la
plaza de toros.
Recordais, la
fiesta de la
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