GIBRALEON: 7-GIBRALEÓN (JABAL AT UYUM) HUELVA...

7-GIBRALEÓN (JABAL AT UYUM) HUELVA

Es un Iqlim de la Cora de Labla, ubicada en la Comarca Metropolitana de Huelva, y se encuentra una distancia de 12 km de Huelva Capital.

-Edad Antigua.

Según las investigaciones arqueológicas remontan el origen de este asentamiento al período Paleolítico. Durante este período se han encontrado una gran cantidad de piezas líticas más antiguas en la Sierra de la Calvilla que se conservan en el Museo Arqueológico de Huelva.
Así mismo en este mismo lugar se han encontrado testimonios calcoliticos de una antigüedad de hasta 5000 años.
También se han encontrado de la etapa del Bronce Final I milenio a. C. en el antiguo caserío de La Mata muchos objetos que testimonian la vinculación de sus habitantes con el mar y con las civilizaciones tartesias y fenicia, que estuvo ubicada en la encrucijada de los ríos Tinto y Odiel.

-Edad Media.

Tras la presencia musulmana en Hispania en el 711 sería Tarek quien ocupo el lugar y pasó a pertenecer durante el Califato de Cordoba a la Cora de Labla hasta que se desintegrado el Califato formaría parte del reino Taifa de Niebla y se construiría una fortaleza cuyos restos todavía existen.
Sus primeros testimonios de Gibraleón en la época musulmana que sería conocida como Yabal At Uyum que significaría “Monte de las Fuentes”.
Sería en 1262 cuando el rey Alfonso X El Sabio conquistaría Gibraleón y se creó el Conscejo de realengo que tuvo una notoriedad histórica notable.
La concesión de privilegios por parte de la Corona favoreció el desarrollo económico de la villa incrementándose el comercio y la ganadería, aumentando notablemente la población durante los siglos XIV y XV.

-Edad Moderna.

Sería en 1530 cuando el Emperador Carlos I de España quien elevo el titulo de Gibraleón de Señorío a Marquesado y recayó en el primogénito del Duque de Bejar D. Alonso de Zúñiga. Estaban integrados en esta demarcación además de Gibraleón, el Rincón de San Antón, Cartaya, San Miguel de la Arca del Buey Punta Umbria, San Bartolomé de la Torre, Villanueva de los Castillejos, Sanlúcar de Guadiana y El Granado.
Durante el siglo XVII hubo una relación entre Miguel de Cervantes y el Marqués de Gibraleón al que se le supone fue el mecenas de su obra, a quien dedicaría la primera parte de su novela inmortal: “El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la Mancha” que fue publicado en Madrid por Juan de la Cuesta
El Señorío del Duque de Bejar sobre Gibraleón acabó en la abolición Real Decreto firmado y promulgado por la reina regente Dª María Cristina de Borbón el año 1835.
Entre familias son conocidos con la denominación de “morenos”, travesaos o atravesados y también peyorativamente como panzurranos o barrigas verdes. No obstante la población gibraleónleña, estas gentes se asimilan a la población gitana.

-Edad Contemporánea.

Tras la Guerra de la Independencia en el siglo XIX, fue lugar de correrías del famoso guerrillero Francisco Abad Moreno “El Chaleco” quien dirigía sus partidas de patriotas y fue el azote de los invasores franceses por sus acciones bélicas en la comarca de La Mancha, Jaén y Córdoba. Otras partidas de guerrilleros fueron también muy activas en Córdoba, Sevilla y Huelva como las de Bustamante, Bartolo y Trigo.
Las Cortes de Cádiz suprimían los Señoríos jurisdiccionales mediante el Decreto del 6 de julio de 1811, pero una vez derrotados los franceses y expulsados de España, los avatares políticos (vuelta al absolutismo) hicieron frenar las reivindicaciones de los ayuntamientos de recuperar la plena jurisdicción sobre el territorio del municipio y sería en 1834, cuando tras la introducción del régimen liberal, definitivamente queda abolido el régimen señorial.
En el año 1833, Javier de Burgos ministro de Fomento realiza la división administrativa del reino de España, e inscribe a Gibraleón dentro de la provincia de Huelva.
A lo largo del siglo XIX, durante la vigencia de los distintos gobiernos liberales se van a producir las “desamortizaciones” que es un proceso de expropiación o nacionalización de las propiedades de la Iglesia en concepto de venta de los llamadas “manos muertas”, nombre que recibieron las instituciones como la Iglesia y los Consejos que no podían vender sus tierras.
Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Gibraleón es ocupada por el bando nacional.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.
Durante el desarrollo de la historia de Gibraleón emigraron a la villa gentes procedentes de África y América e incluso gente esclavizadas negras traídas por barcos españoles y portugueses desde mediados del siglo XV.
Esta población se integro socialmente con los naturales del lugar y con la población gitana existente hasta la actualidad, principalmente en el Barrio de Valdelatas.