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EL RIO PIEDRAS. "Dos veces de tus aguas rescatada/ para ser nuestro faro por la vida./ Infinidad de veces requerida para ser por tu ría festejada./ Fuiste ruta silente en su llegada, / trataron que lo fueras, en la ida;/ perdieron la razón y la partida/ pues aún, celebramos su arribada./ Aún por el Terrón, esa mañana/ que regresa de nuevo a la fontana/ donde surgió su Ser en nuestra vida, / rezamos y gozamos su presencia, / y le pedimos años y anuencia/ para seguir cantando su venida. "Yo".
ROMERíA. "El alba, con la luz de su albedrío, / ilumina la vieja carretera./ El Astro, con furor de primavera, / derrama sus esencias sobre el río./ Camina, destacando entre el gentío, / la Dueña de la mar y la ribera, / la Dama de la red y la mancera, / gestora del sabor y el señorío./ Cada paso, la música de un rezo/ se nos va y nos retorna del Cabezo/ en un eco Divino de alegría./ ¡Todos cantan tu Gloria y tu Belleza!/ ¡Todo Lepe te sigue con presteza/ haciendo sus creencias, Romería./ "Menda".
He pisado infinidad de veces los contornos de esta Torre. Hasta he escalado hasta el pequeño ventanuco y oenetrado en su panza. He cazado las mejores liebres y perdices por entre sus pinares y barrancos... Todo muy bello. La única maca que tiene, es el nombre: "El Catalán".
A LO MáS HERMOSO DE LEPE: "Por Bella te quiero, Bella, / y aunque bella tu no fueras, / lo mismo yo te quisiera/ porque eres Divina bondad/, eres Vírgen y lepera/ eres camino que lleva/ a gozar la Eternidad." "Jami".
Creo que te equivocas de pueblo.
Avenida de Andalucia, con mucha vida, ahora en el invierno, un lugar más, para vivir en Punta Umbria
J.de F.
Acerca de la festividad de San Sebastián en Huelva hay un interesante trabajo del historiador Antonio José Martínez Navarro, aparecido en el diario Huelva Información en los días comprendidos entre los días 18 y 24 de enero de 1995.
LA Redondela es un pueblo fantástico lleno de playas maravillosas, naturaleza y gentes campechanas.
Uno de los parajes con vistas más bonitas al mar era La Venta "La Viña" pero he oído que ha desaparecido.
Además la persona que la llevaba Lola, hacia de la visita de cualquiera, una entrañable estancia, no entiendo por que no está ya.
Una de las cosas que creo que faltan en este pueblo son las bibliotecas, algo fundamental para la preparación y el entusiasmo por la sapiencia de las nuevas generaciones.
No impido ninguna entrada, a ningún correo, hoy he contestado, llamado, etec.
Te acabo de enviar un correo a hotmail, me lo ha devuelto al segundo, lo intento por yahoo, y se repite.
Por un lado me pretendes hacer ver que soy yo y por el otro me impides la entrada.
Te ruego que me lo aclares de una vez, sin miedos, y así olvidaré el tema para siempre.
O sí o no.
Me encanto lepe! estuve veraneando hace dos años y m trae muy bonitos recuerdos
Ojala volviera el tiempo atras.
No, no me ha llegado ningún correo, de verdad creeme.
De haberlo recibido, te hubiese contectado isofacto.
Yo, te he mandado hoy dos, ¿lo recibiste?.
No entiendo lo de persona, pero déjalo no me lo aclares para no discutir.
¿poqué no contestas mis correos?
Una persona, es, una persona
Si llegan los leos y contesto.
Yo desde mataró (barcelona) le pregunto al señor encargado que ha metido esta foto en la web, si alguna vez a visto al buque escuela de alumnos navales de oficiales desde lejo o desde serca, porqué decir que este es juan sebastian el cano, es ofender a la marina española, por favor no vuelva usted a hacer tal balbarie confundiendo a las personas, no estoy seguro pero este buque de vela que no se parece al cano y en el casco, creo que es griego. Gracias y perdone esta aclaracion.
Con éso del frío lepero hacía los veraneantes, me ha vuelto a la memoria mis antiquísimos años mozos leperos, en los que menda era un recalcitrante calentón sobre todo, con éllas, y, vaya si ejercí cada verano hermosas y reiteradas calenturas. Mi primo Antonio y yo, en collera, repartíamos unos calenturones Antilla arriba y abajo a las hambrientas uríes, que daba gloria... Hubo otros muchos que se contagiaron y todos, todos, eran leperos... ¿De dónde ha salido éso de nuestra frialdad?