Amigos, hoy voy a escribir un poco antes porque esta noche, en este pueblo (Alegría-Dulantzi), que está en fiestas, se hace una cena multitudinaria (600 ó 700 personas), que llaman La Cena del Toro y pienso asistir con mi contraria y unos amigos. Seré breve.
CONCHI: Dices que irás a Alosno el 31/10, ¡qué pena! porque yo estaré desde el 2/10 hasta el 29 ó 30/10 ¡Cuánto me hubiera gustado conocerte personalmente, lo mismo que a mi paisano, tu contrario!
CASTILLEJA: Me complace que te haya gustado esa canción. ¡Cuántas veces la habré cantado en grupo en las noches de ronda! ¡Qué costumbre más bonita esa de ir a cantar de madrugada a la ventana de las novias de todos y cada uno de los chavales del grupo! En El Cerro, o ha desaparecido o está en sus últimos suspiros.
FRAN: Yo, aunque no vivo en El Cerro, te puedo decir donde puedes comer. Bar Rebolo, en la Plaza de El Cristo, o en el PALENQUE, en la plaza de España, frente a la iglesia. Para dormir, la cosa se complica. No sé si alguien te podrá ayudar.
CONTRERAS: A pesar de que ya no soy un chaval, me encanta revolver en los desvanes, que en El Cerro llamamos “doblao”. En el de mi casa guardábamos el grano, pero había muebles viejos y algunos objetos muy curiosos, como uno de mi abuelo, al que no conocí, que se trataba de una especie de silbato de hueso para atraer a las perdices en las cacerías.
OCTAVIO: Te voy a recordar una frase de Karl Marx. La dijo en Londres, cuando fue acogido por su gran amigo Frederich Engels: “Ya sé que tengo muchos seguidores, pero sucede que yo no soy marxista” Si eso era verdad, y no hay motivos para pensar lo contrario, ¿qué pintaba Lenin copiando del marxismo?
EMIGRAO: Como dices que el sólo hecho de citar Gibraleón te aporta mejoría, te diré que tengo que ir, como cada año, a comprar ese aceite maravilloso, que está premiado en certámenes internacionales, y además de una forma casi continuada. Siempre traigo tres o cuatro cajas de tres garrafas de cinco litros, es decir, que tenemos aceite casi para todo el año.
Con lo que te cuesta el taxi tienes de sobra para comprarle pienso al burro, y además, llevas los pies al aire, colgando. ¿En Barcelona no hay burrotaxi como en Mijas?
Cuídate para que no tengas que usar ni el taxi ni el burro.
ISAMARIA: Mis yernos no distinguen una pimentera de una tomatera. Marian cuando viene con Álvaro y se dan una vuelta por la huerta, va ilustrándole. Creo que al principio se pensaba que las tomateras eran árboles. De informática es un lince, pero de agricultura, n. p. i.
Ana, mi contraria, me dice que de chatear ¡ni se te ocurra! Órdenes son órdenes.
Le dices a nuestro amigo Emigrao, que los hombres, en cuanto tenemos algo, nos ponemos el doble de malos. Y las mujeres la mitad de buenas. No, ¡si no hay forma de que coincidamos en algo!
ANTONIO ESCUDERO: Ahora, cada mañana sintonizo HISPANIDADRADIO, lo minimizo y sigo escribiendo; Así hoy he podido escuchar los cantes de una chavalita que viene para figura del flamenco: Cristina Soler.
Aquí te dejo unas Seguiriyas gitanas de mi cosecha.
Si miro a la virgen
tu cara yo veo.
Tienes el cuerpo de una diosa romana
del antiguo imperio.
A la vera tuya
no puedo volver.
Aunque me lo pidas llorando, morena.
También yo lloré.
Caminando sólo
voy por este mundo,
con mis pensamientos, que son como el eco
de tiempos futuros.
Yo vendo tristezas,
y alegrías compro;
pero ni me compran ni quieren venderme.
¡Menudo negocio!
Me voy. Hasta mañana si Dios quiere. Agur.
CONCHI: Dices que irás a Alosno el 31/10, ¡qué pena! porque yo estaré desde el 2/10 hasta el 29 ó 30/10 ¡Cuánto me hubiera gustado conocerte personalmente, lo mismo que a mi paisano, tu contrario!
CASTILLEJA: Me complace que te haya gustado esa canción. ¡Cuántas veces la habré cantado en grupo en las noches de ronda! ¡Qué costumbre más bonita esa de ir a cantar de madrugada a la ventana de las novias de todos y cada uno de los chavales del grupo! En El Cerro, o ha desaparecido o está en sus últimos suspiros.
FRAN: Yo, aunque no vivo en El Cerro, te puedo decir donde puedes comer. Bar Rebolo, en la Plaza de El Cristo, o en el PALENQUE, en la plaza de España, frente a la iglesia. Para dormir, la cosa se complica. No sé si alguien te podrá ayudar.
CONTRERAS: A pesar de que ya no soy un chaval, me encanta revolver en los desvanes, que en El Cerro llamamos “doblao”. En el de mi casa guardábamos el grano, pero había muebles viejos y algunos objetos muy curiosos, como uno de mi abuelo, al que no conocí, que se trataba de una especie de silbato de hueso para atraer a las perdices en las cacerías.
OCTAVIO: Te voy a recordar una frase de Karl Marx. La dijo en Londres, cuando fue acogido por su gran amigo Frederich Engels: “Ya sé que tengo muchos seguidores, pero sucede que yo no soy marxista” Si eso era verdad, y no hay motivos para pensar lo contrario, ¿qué pintaba Lenin copiando del marxismo?
EMIGRAO: Como dices que el sólo hecho de citar Gibraleón te aporta mejoría, te diré que tengo que ir, como cada año, a comprar ese aceite maravilloso, que está premiado en certámenes internacionales, y además de una forma casi continuada. Siempre traigo tres o cuatro cajas de tres garrafas de cinco litros, es decir, que tenemos aceite casi para todo el año.
Con lo que te cuesta el taxi tienes de sobra para comprarle pienso al burro, y además, llevas los pies al aire, colgando. ¿En Barcelona no hay burrotaxi como en Mijas?
Cuídate para que no tengas que usar ni el taxi ni el burro.
ISAMARIA: Mis yernos no distinguen una pimentera de una tomatera. Marian cuando viene con Álvaro y se dan una vuelta por la huerta, va ilustrándole. Creo que al principio se pensaba que las tomateras eran árboles. De informática es un lince, pero de agricultura, n. p. i.
Ana, mi contraria, me dice que de chatear ¡ni se te ocurra! Órdenes son órdenes.
Le dices a nuestro amigo Emigrao, que los hombres, en cuanto tenemos algo, nos ponemos el doble de malos. Y las mujeres la mitad de buenas. No, ¡si no hay forma de que coincidamos en algo!
ANTONIO ESCUDERO: Ahora, cada mañana sintonizo HISPANIDADRADIO, lo minimizo y sigo escribiendo; Así hoy he podido escuchar los cantes de una chavalita que viene para figura del flamenco: Cristina Soler.
Aquí te dejo unas Seguiriyas gitanas de mi cosecha.
Si miro a la virgen
tu cara yo veo.
Tienes el cuerpo de una diosa romana
del antiguo imperio.
A la vera tuya
no puedo volver.
Aunque me lo pidas llorando, morena.
También yo lloré.
Caminando sólo
voy por este mundo,
con mis pensamientos, que son como el eco
de tiempos futuros.
Yo vendo tristezas,
y alegrías compro;
pero ni me compran ni quieren venderme.
¡Menudo negocio!
Me voy. Hasta mañana si Dios quiere. Agur.
