Antonio, se de tus sentimientos, se de tu pena, se de tu padecer, la mía me dejó hace tiempo físicamente, espiritualmente nunca, mi pena fue muy grande, estuvo en mi
casa a despedirse de mi un cuarto de hora antes de yo llegar,
¡mis eternos viajes! mi trabajo me había llevado a
Extremadura, ya la llamada que recibí, fue de desaliento y dolor, entonce es cuando más cante a la
virgen en mi afán de hacerle llegar mi voz a mi madre que la he visto siempre cerca, he soñado con ella, siempre la he visto
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