LEYENDA MEXICANA SOBRE LAS CALAS... La flor cala y el amor.
Hubo una pareja de enamorados que se prometieron amor eterno, pero él tuvo que irse a luchar en la revolución de México, su país; pero antes de marcharse le dejó a su enamorada una cala en representación de su amor sincero.
Prometieron mutuamente esperarse a que él regresara de la guerra para casarse y así vivir juntos y para siempre su amor... Pero el tiempo comenzó a pasar y él no volvía.
Entretanto el padre de la enamorada la comprometió con un rico hacendado que estaba prendado de ella; y al ver que el tiempo seguía pasando y su enamorado seguía sin regresar no tuvo más remedio que aceptar la proposición de matrimonio acordada.
Era tal la desesperación de la joven que no hacía más que cuidar, llorar y suplicar a la flor de cala todos los días para que volviese pronto su amado sano y salvo y la rescatase así de su indeseado compromiso…
Llegó el día de la boda y ella finalmente se casó con el joven al que no quería.
Justo cuando salía de la iglesia con su bouquet de calas allí estaba su enamorado... frente a la puerta de la iglesia viendo como salía ella del brazo de otro…
La muchacha se acercó a él y le ofreció el ramo de flores calas que tanto había cuidado mientras lo esperaba y que justo ese mismo día cortó, al ver que ya no podría seguir cumpliendo su palabra “de esperarlo eternamente”.
Mientras le ofrecía el ramo con lágrimas en los ojos le dijo - “ayer lloré porque no te ví y hoy lloro porque te he visto” -
... A lo que respondió él - “jamás, pase lo que pase, te voy a dejar de amar”.
Una bonita pero triste historia de pasión en la que la flor de cala es la representación del amor verdadero y duradero.
Como ves, si no cortas la flor ahí persiste y dura este bonito y penetrante sentimiento que mueve montañas.
Hubo una pareja de enamorados que se prometieron amor eterno, pero él tuvo que irse a luchar en la revolución de México, su país; pero antes de marcharse le dejó a su enamorada una cala en representación de su amor sincero.
Prometieron mutuamente esperarse a que él regresara de la guerra para casarse y así vivir juntos y para siempre su amor... Pero el tiempo comenzó a pasar y él no volvía.
Entretanto el padre de la enamorada la comprometió con un rico hacendado que estaba prendado de ella; y al ver que el tiempo seguía pasando y su enamorado seguía sin regresar no tuvo más remedio que aceptar la proposición de matrimonio acordada.
Era tal la desesperación de la joven que no hacía más que cuidar, llorar y suplicar a la flor de cala todos los días para que volviese pronto su amado sano y salvo y la rescatase así de su indeseado compromiso…
Llegó el día de la boda y ella finalmente se casó con el joven al que no quería.
Justo cuando salía de la iglesia con su bouquet de calas allí estaba su enamorado... frente a la puerta de la iglesia viendo como salía ella del brazo de otro…
La muchacha se acercó a él y le ofreció el ramo de flores calas que tanto había cuidado mientras lo esperaba y que justo ese mismo día cortó, al ver que ya no podría seguir cumpliendo su palabra “de esperarlo eternamente”.
Mientras le ofrecía el ramo con lágrimas en los ojos le dijo - “ayer lloré porque no te ví y hoy lloro porque te he visto” -
... A lo que respondió él - “jamás, pase lo que pase, te voy a dejar de amar”.
Una bonita pero triste historia de pasión en la que la flor de cala es la representación del amor verdadero y duradero.
Como ves, si no cortas la flor ahí persiste y dura este bonito y penetrante sentimiento que mueve montañas.