Leyendas e Historias de mi Albaicin
Cuenta la leyenda que tras la caída del Reino Nazarí fueron muchos los nobles árabes que, no estando de acuerdo con las capitulaciones y nuevas normas de los Reyes Católicos decidieron abandonar el reino de Granada y no vivir bajo el yugo de una nueva cultura y religión. Es por eso que antes de emprender el viaje a tierras africanas decidieron poner sus fortunas a salvo, ya que consideraban arriesgado viajar con ellas exponiéndose a que saltadores de caminos se las robaran durante el largo trayecto. Y así, con la esperanza de volver alguna vez a su querida Granada, escondieron sus más preciados tesoros en el monte de Valparaíso.
Estas acaudalados familias dieron la libertad a todos los exclavos que hasta ahora les servían, ya que les resultaba muy costoso realizar el viaje a tierras africanas con ese gran séquito. Estos esclavos, la mayoria de raza negra quedaron pues en libertad eso sí, sin oficio ni pertenencias, ni vivienda y conocedores del lugar donde sus amos habían guardado sus riquezas de dirigieron al monte santo para buscar los tesoros escondidos.
Excavaron y excavaron en las laderas del monte sin éxito y exhaustos por el esfuerzo se cobijaron en los huecos que ellos mismo habían hecho y que acabarían acondicionando y convirtiendo en su hogar.
Es por eso que a esa ladera del monte la conocemos como el barranco de los negros por ser ellos los primeros moradores.
De esos maravillosos tesoros nunca más se supo. Nunca sabremos si fueron descubiertos por alguno de esos buscadores y lo mantuvo en secreto o si aún siguen ahí, escondidos bajo nuestros pies, y quien sabe cuántas veces hemos pisado encima de ellos cada vez que hemos caminado por el Barranco de los Negros.
Cuenta la leyenda que tras la caída del Reino Nazarí fueron muchos los nobles árabes que, no estando de acuerdo con las capitulaciones y nuevas normas de los Reyes Católicos decidieron abandonar el reino de Granada y no vivir bajo el yugo de una nueva cultura y religión. Es por eso que antes de emprender el viaje a tierras africanas decidieron poner sus fortunas a salvo, ya que consideraban arriesgado viajar con ellas exponiéndose a que saltadores de caminos se las robaran durante el largo trayecto. Y así, con la esperanza de volver alguna vez a su querida Granada, escondieron sus más preciados tesoros en el monte de Valparaíso.
Estas acaudalados familias dieron la libertad a todos los exclavos que hasta ahora les servían, ya que les resultaba muy costoso realizar el viaje a tierras africanas con ese gran séquito. Estos esclavos, la mayoria de raza negra quedaron pues en libertad eso sí, sin oficio ni pertenencias, ni vivienda y conocedores del lugar donde sus amos habían guardado sus riquezas de dirigieron al monte santo para buscar los tesoros escondidos.
Excavaron y excavaron en las laderas del monte sin éxito y exhaustos por el esfuerzo se cobijaron en los huecos que ellos mismo habían hecho y que acabarían acondicionando y convirtiendo en su hogar.
Es por eso que a esa ladera del monte la conocemos como el barranco de los negros por ser ellos los primeros moradores.
De esos maravillosos tesoros nunca más se supo. Nunca sabremos si fueron descubiertos por alguno de esos buscadores y lo mantuvo en secreto o si aún siguen ahí, escondidos bajo nuestros pies, y quien sabe cuántas veces hemos pisado encima de ellos cada vez que hemos caminado por el Barranco de los Negros.