PEDRO MARTINEZ: PRIMERA PARTE...

PRIMERA PARTE

En febrero de 1936 la de la balanza volvía a decantarse hacia las izquierdas que en noviembre de 1933 habían perdido en las urnas, y en octubre de 1934 en la calle. A Pedro Martínez, un socialista Manuel "El trampilla", zapatero de profesión, volvía al gobierno municipal. Las elecciones se convocaron el 16 de febrero. Enfrentaron dos bloques antagónicos: el Frente de Orden y el Frente Popular. La espina dorsal del programa del Frente Popular era la amnistía para los presos políticos de los hechos de octubre del 34. La campaña electoral fue intensa y apasionada. El día 16 se votó con tranquilidad, y el día 20 se confirmó la victoria del Frente Popular: había ganado en 37 circunscripciones y en todas las ciudades de más de 150.000 habitantes.
La primera consecuencia de la victoria fue la promulgación de la reivindicada amnistía, por lo que salieron de la cárcel, socialistas, comunistas y anarquistas cerrados. Además, el Parlamento y el gobierno republicano concedió los derechos de reunión, asociación y huelga, abolidos de hecho por los gobiernos a partir de 1934.

! Viva la izquierda,
viva el Frente Popular
viva los treinta mil presos
que ya están en libertad!
Y si hay alguna beata
ya se puede retirar
que aquí no nos Hace falta
la alienación popular.

Antonia 1 recita y canta, aún hoy, con buena entonación y nos cuenta que al día siguiente de saber que habían soltado los presos políticos, la gente ya cantaba la canción de la amnistía.

A estas alturas del siglo pasado todavía se paseaban hombres por los pueblos cantando romances tradicionales y nuevas canciones. Ahora, entonaban estos versos que explican demasiado fácilmente las causas de la guerra que no estaba lejos de empezar. De hecho los conflictos del periodo republicano posibilitaron la proliferación de símbolos religiosos que identificaban la intransigencia de la iglesia en la defensa de sus posiciones, y un agresivo desarrollo de una cruzada del pensamiento católico que quería extenderse, para dominar cualquier manifestación de vida de las personas.

La María Jesús 2 parece comprender este sentido simbólico de la religión. "Cuando ya destajo la República FUE Cuando los ricos iban a misa hacerles contra los pobres, pero antes nunca jamás han ido a misa. Ya te digo que venían allí a mi casa y decían: "no ha habida nadie a misa," ná "más que la tía Pascuala y yo". Y ya Cuando estalla la República FUE Cuando se pusieron los curas en contra de los obreros y los obreros fuerón en contra de los curas... ".

En materializarse estos y otros conflictos históricos pendientes eliminaron, momentáneamente, los matices dejando la situación reducida a dos alternativas extremadamente excluyentes. En función de su pasado, producida la ruptura en dos bloques, la Iglesia quedó automáticamente incluida en uno de los dos bandos