Hola Pepi, como están esos animos, espero que vayan mejor... te echamos de menos
por estos lares... besillos...
por estos lares... besillos...
¡Pepiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¿Dónde paras que hemos perdido tu pista? Haznos, por favor señales de humo. Queremos saber de tí. Oye, a Chirinachs, un capuchino catalán, la policía político-social franquista lo arrojó más de una vez al estercolero de Garraf... El hombre no perdió nunca el ánimo. Se levantaba y volvía a la protesta del día anterior. Con las adversidades, se crecía. Venga, queremos ver pronto en el Foro a la valerosa Pepi de siempre.
Un besillo y... ¡Arriba los corazones!
Un besillo y... ¡Arriba los corazones!