Los hombres sabios aprenden mucho de sus enemigos. EL AGUA TURBIA
Un maestro se encontraba caminando acompañado de sus discípulos. Pasaron junto a un lago y pidió a uno de sus alumnos que le trajera agua. Pero cuando este se acercó vio que había gente lavando la ropa, dejando el agua fangosa y turbia. El discípulo regresó y dijo: «Maestro, el agua no es apta para beber». «Entonces es mejor que descansemos junto a este árbol», respondió el maestro.
Una hora después solicitó al mismo discípulo que regresara al lago y le trajera agua. El discípulo... No te molestes en ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores, intenta ser mejor que tú mismo. Todos necesitamos esa caricia que nos haga sentir especiales y de un abrazo que nos haga sentir a salvo. El tiempo es como un río. No se puede tocar el agua dos veces, porque el flujo que ha pasado nunca pasará de nuevo. Disfruten de cada momento de su vida..