Nada dura por siempre, ni siquiera tus problemas. No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo. Para poder enseñar a todos los hombres a decir la verdad, es preciso que aprendan a oírla. Nada es para siempre, ni siquiera el mayor de los problemas. La libertad y la democracia son sueños a los que nunca renuncias.