El tiempo es como un río, nunca podrás tocar sus aguas dos veces, porque el agua que ya pasó nunca pasará de nuevo. El sol no espera a que se le suplique para derramar su luz y su calor. Imítalo y haz todo el bien que puedas sin esperar a que se te implore. El mal existe, pero no sin el bien, como la sombra existe, pero no sin la luz. Algunas personas son amables sólo porque no se atreven a ser de otra forma. Demasiado tarde comprendí que no es posible esperar a ser perfecto, que hay que salir a la vida y caerse y levantarse como todo el mundo.
Llama al 654 409 325, ofertas especiales para Pueblos de España