El tiempo es como un río, nunca podrás tocar sus aguas dos veces, porque el agua que ya pasó nunca pasará de nuevo.
El sol no espera a que se le suplique para derramar su luz y su calor. Imítalo y haz todo el bien que puedas sin esperar a que se te implore.
Demasiado tarde comprendí que no es posible esperar a ser perfecto, que hay que salir a la vida y caerse y levantarse como todo el mundo.