Hay días que comienzan así, con ganas de saborear el gusto por la vida. Quien quiera donar luz a los demás, debe primero tenerla dentro de sí mismo y en su propia casa. Solo se puede donar lo que se posee. Me doy cuenta de que todos los días tengo algo que aprender, algo que olvidar, y muchas, muchas cosas a las que agradecer. Puedes llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente. Cómo pretendes volar si no te alejas de los que te arrancan las plumas. Rodéate de los que te animan y te apoyan, y no de los que sólo te critican.