Hay mucha gente que no cree en nada, pero que tiene miedo de todo. Lo hermoso de la vida es que un día podemos estar tristes y al siguiente disfrutarla con alegría. EL CABALLO QUE SE QUEDABA JUNTO AL ÁRBOL DONDE LO DESATABAN
En un rancho al norte de Jalisco, había un caballo alazán llamado Relámpago Bravo.
Durante años, fue el más fuerte del pueblo.
Cargó leña, llevó a niños en la feria, aró la tierra, cruzó ríos.
Pero cuando envejeció, sus patas ya no podían más.
Su dueño, Don Marcos Fierro, decidió no venderlo.
En lugar de eso, cada tarde lo soltaba en el campo abierto, sin soga ni riendas.
Y sin embargo, Relámpago no se iba.
Se quedaba quieto, al... El que pasa el tiempo arrepintiéndose del pasado, pierde el presente y arriesga el futuro». Tienes la obligación en la vida de ser feliz. No por ti, sino por la gente que te importa y que te quiere.