Viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas. Los amigos nunca se vuelve enemigos, si lo hacen, nunca fueron tus amigos. Quizá la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites. Sólo falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo. Bebed porque sois felices, pero nunca porque seáis desgraciados.