Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda. El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo. La verdad siempre sale a flote como la gota de aceite en el vaso de agua. No puedo cambiar el pasado, pero sí puedo cambiar el presente y así mejorar el futuro. Cuando te levantes en la mañana, recuerda lo afortunado que eres: estás vivo, puedes respirar, pensar y disfrutar de la vida.